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Historia de las calles de Úbeda: Plaza del Generalísimo (I)

Juan Ramón Martínez Elvira

en Gavellar. Año VI, nº 67-68. Junio de 1979, pp. 12-13

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PLAZA DEL GENERALISIMO (I)

SITUACIÓN


Empieza en la calle Roque Rojas y termina en la de Cervantes.
Está numerada sucesivamente del 1 al 40.

ANTIGÜEDAD

Ruiz Prieto afirma que quizá fuese esta plaza el antiguo Zoco de los moros. De ser esto cierto, podríamos datar su origen probable en el siglo X como fecha más remota.

NOMBRES

Cercado - Mercado - Abajo - Constitución - Rey - Generalísimo.

Plaza del Cercado:

Cazabán afirma que en un principio así se llamaba a esta plaza. Pasquau corrobora que, efectivamente, como tal figura en el siglo XVII, aunque por nuestra parte no hemos encontrado ningún padrón de ese siglo que lo confirme.

Es posible que esta denominación se relacione con los festejos taurinos, pues si en esta plaza, como después veremos, se celebraron corridas de toros, es obvio que la seguridad del espectáculo exigiese un vallado o cercado del que tomase nombre. De ser así, bien pudiéramos situar su origen como tal a partir del siglo XV.

Plaza del Mercado:

Es el nominativo sustancial que convive a lo largo de los siglos con las denominaciones restantes. Fue «plaza» hasta 1848, en cuyo verano comenzaron las obras para convertirla en el actual «paseo» (1). Las piedras para su construcción fueron traídas de la Coronada. En un principio los costes se presupuestaron en 6.130 reales.

En cuanto al origen del nombre, nada en concreto se puede señalar. De ser cierta la teoría del señor Prieto, cabe que el nombre árabe de «zoco» se castellanizase en «mercado», aunque no consta documentalmente que en este lugar se realizasen transacciones comerciales, si bien podemos suponer que, tratándose de la principal plaza de la entonces villa, en ella tuviesen lugar actividades de esta índole de las que tomase nombre.

Por otra, parte, la existencia en nuestra población de varias personalidades ilustres portadoras del apellido Mercado (2), no descarta la posibilidad de que, en razón de vecindad —puesto que sabemos de una capilla en San Pablo perteneciente al comendador Fernando de Mercado— el ágora de la antigua Úbeda recibiera el sobrenombre de alguna de estas familias.

Plaza de Abajo:

Seguimos también aquí las opiniones de diversos autores que como tal la identifican.

Esta denominación se estableció para distinguirla de la actual plaza del General Saro, a la que no en balde el pueblo califica de «Vieja», y que fue conocida durante siglos como la Plaza de Arriba.

Plaza de la Constitución y Plaza del Rey:

El 24 de octubre de 1813, conmemorando la promulgación de la Constitución y al grito de ¡Viva la Pepa!, se coloca junto a las Casas Consistoriales la placa correspondiente. Al año siguiente, con motivo de la proclamación de Fernando VII, la placa sería «llevada en unas parihuelas al pilar de la fuente de la Plaza de Toledo, para que se ahogara su memoria» (3). Fue puesta de nuevo en 1820, año que marca, con la sublevación de Riego, la entrada de un nuevo período constitucional. Este termina con la entrada de tropas francesas en 1823 y la implantación del régimen absolutista. A partir, pues, de esta fecha, la Plaza de la Constitución pasa a ser Plaza del Rey, hasta 1833 (4), en que vuelve a su anterior denominación con motivo de la jura de Isabel II. La nueva constitución fue jurada en Úbeda en julio de 1837. Campos Ruiz, a propósito de esto, dice que el prior de Santo Tomás, don Luis de la Mota Hidalgo, puso un cartel en la ventana de su casa que decía:

«Si obispos y curas se hicieran iguales
en cargo y honor,
entonces dirían: Del Cielo ha bajado
la Constitución.»

Las constituciones como las de 1845, 1869 y 1879 posiblemente vieran ya definitivamente fijado al muro el rótulo que las enaltecía, aunque el pueblo, pasadas las primeras fiebres, seguiría llamando sencilla y llanamente a la plaza que nos ocupa Plaza o Paseo del Mercado.

Plaza del Generalísimo:

Con este nombre se designa oficialmente hoy, desde el término de la guerra civil.

Francisco Franco, en calidad de Jefe de Estado, visitó la ciudad con carácter oficial en dos ocasiones: la primera en 1943, siendo alcalde don Bonifacio de la Cuadra Ordóñez, y la segunda, en el año 1961, presidiendo el Ayuntamiento don Miguel Sánchez Díaz.

La Corporación Municipal fue recibida por Franco en: 1959 y 1966, en cuyas audiencias respectivas se le hizo entrega del primer ejemplar de la «Biografía de Úbeda» y de la medalla de la ciudad.

EDIFICIOS IMPORTANTES QUE POSEE

A esta plaza dan:

La fachada sur de la iglesia de San Pablo, cuya portada es la más monumental de las tres que posee el templo. Pertenece al gótico tardío y fue mandada construir, en 1511, por el obispo de Jaén don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, llamado «el constructor», y cuyo escudo se repite tres veces en esta portada. A su derecha, se encuentra una especie de tribuna, conocida corno «El Tabladillo», desde la cual se hacían públicas las disposiciones del municipio o de la parroquia. La fecha de su construcción es la de 1610. Setenta y seis años más tarde, se hizo sobre este tabladillo un amplio balcón que estuvo cubierto por tejado hasta el siglo pasado y desde el que se presenciaban los festejos, taurinos o de cualquier otra clase, y los autos de fe. Sobre esta fecha, se suprimió también una lonja que antecedía a toda la fachada. La reja que cerraba la portada, hoy inexistente, procedía del conventos de las Cadenas.

El ábside de San Pablo, cuya forma octogonal indica su origen románico, es de 1380 (5). A él se superpuso, en 1559, una original fuente (6) que lleva los escudos de los Austrias, Porceles y Úbeda. Junto a él se erige le plateresoa torre, también del XVI, mandada levantar por el obispo Merino. Lleva un tarjetón en el que, en letra gótica, se lee: «Antonio Santero me fecit, año 1537; fiesta de San Juan de Mayo». Bajo la torre se construyó la sacristía en 1608.

El antiguo Ayuntamiento: No consta la fecha de construcción del primitivo edificio, aunque sí se sabe que «en 1512, la Reina doña Juana ordena la construcción de la Audiencia con arreglo a un trazado de Silos» (7). Esta primera edificación «quizá era más bajo que la de ahora» aunque es muy probable que también llevase adosada a lo largo de toda ella unos soportes más pequeños y, por supuesto, de menos empaque arquitectónico que los actuales. El conjunto que hoy vemos se construyó en dos etapas: el cuerpo principal a comienzos del XVII; y a finales del mismo, la logia, cuya galería constituía otro excelente mirador desde el cual, al igual que ocurría con el Balcón de San Pablo, se podían contemplar los econteceres importantes. A lo largo de todo el friso se lee: «Siendo Alcalde Mayor don José Afán de Rivera y Mayordomo don Rodrigo de Molino, caballeros veinticuatro delta ciudad. Año 1680.» En los pilares extremos vemos a los patronos de la ciudad, y bajo ellos el escudo de la misma.

Dejó de ser Ayuntamiento en 1873. En 1927 se inauguró allí la Escuela de Artes Aplicadas y Oficias Artísticos, donde permaneció hasta su traslado a la Casa de las Torres (8).

ANTIGUOS EDIFICIOS DESAPARECIDOS

Convento de San Andrés: Fundado en 1531. «Los frailes del mismo eran capellanes perpetuos de la ciudad y percibían de la hacienda municipal 12.000 maravedises mensuales a cambio de celebrar misa diaria en la capilla del Ayuntamiento.» En un padrón de vecinos de la parroquia de Santo Tomás aparecen en este convento cinco religiosos de misa, dos legos y un mozo.

Abandonado en 1836 por los dominicos que lo regentaban pasó a ser Alhóndiga «de granos y pescados», y en 1848 se proyecta construir junto a ella una posada, pues «sería, altamente molesto al arriero y traficantes si tuviesen que dejar los efectos en ella y llevar las caballerías a la parte alta de la ciudad, donde están las posadas». Por el expediente de esta obra conocemos que el descargadero estaba en la que fue capilla de la Virgen del Rosario; que la cocina iría en los espacios pertenecientes a la capilla continua a la anterior y a la Sacristía. Las habitaciones iban sobre el descargadero, cocina y despensa, «dándole las mejores luces que posible sea contando que no sea necesario tocar a las bóvedas que hoy tienen las citadas capillas». La subasta se remató en 17.590 reales, aunque con los aumentos subsiguientes las dos obras (ésta y la del paseo) costaron 23.900 reales. «La piedra de la Coronada en el orden que designe la comisión, se le concede también a los rematantes.»

En dicho expediente se habla también de «poner una puerta en el cuarto de la torre» y «una lápida que diga Alhóndiga» en el lugar que ocupaba «el santo», en la fachada Norte. También se mencionan las Capillas de Jesús y San Blas, con insignias y seis nichos. En la primera se veneraba a Nuestro Padre Jesús de las Aguas, cuya destruida imagen fue sustituida después por la del actual Nazareno. Suponernos que en el cuarto «de los faroles», al que también se alude, se guardaban las luminarias usadas por los hermanos de luz de la cofradía.

Del convento de San Andrés salió también, a partir, probablemente, de 1706, la Procesión del Rosario.

En 1875 se establece en este sitio el Cuartel de la Remonta. Después, a mediados del siglo actual, y desaparecida la mayor parte de su fábrica, se instaló en su solar un cine de verano, que desapareció a su vez junto con una manzana de casas del mismo tipo que las que actualmente contornan la plaza, para dar paso a lo que es hoy la Escuela de Maestría.
(Continuará)

Juan Ramón MARTINEZ ELVIRA

(1) Ruiz Prieto de la fecha de 1868, que suponemos referida a una segunda modificación.
(2) Entre los que destacan el poeta Jorge de Mercado y uno de los doce leones, Juan Alonso de Mercado.
(3) Ruiz Prieto. «Historia de Úbeda».
(4) Aparece sin embargo como del Rey en padrones de años posteriores: 1843, por ejemplo.
(5) Aunque luego fuera modificado en el siglo XVII.
(6) Costeada por la ciudad.
(7) Juan Pasquau. «Biografía de Ubeda».
(8) Se quiere convertirlo en museo de costumbre y/o pinacoteca.