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Úbeda en el recuerdo de Medardo Fraile (y V)

Aurelio Valladares Reguero

en Ibiut. Año VIII, nº 43. Agosto de 1989, p. 18

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ANOTACIÓN FINAL

Con posterioridad a la redacción del presente trabajo y su envío a la dirección de Ibiut, la revista Gavellar (n.° 173, pág. 8) ha publicado un emotivo y bello poema del autor, titulado "Cante a Úbeda por mi niñez", escrito en 1949 y recitado ante el dramaturgo Alfonso Sastre, cuando ambos —como ya se ha indicado más arriba— estaban enfrascados en sus experimentos teatrales. Recomendamos la lectura de esta composición poética, donde afloran los mismos sentimiento que hemos constatado en su obra narrativa.

Igualmente me veo en la obligación de aludir a un artículo de M. Fraile publicado en la "Revista de Arte y Pensamiento" Las Nuevas Letras (Almería/Barcelona, n.° 8, 1988, pp. 70-79) bajo el título de "Crónica de mí mismo y alrededores", que gentilmente me ha enviado el propio auto desde Glasgow (13-IV-89).

Se trata de un trabajo de carácter autobiográfico que tiene su origen en el texto de una conferencia pronunciada en distintos centros universitarios y culturales europeos, con el que Fraile intenta dar respuesta a preguntas que frecuentemente llegan a los oídos de los escritores: ¿Por qué llegan a serlo? ¿Cómo?

Para ello, nuestro autor rememora los principales acontecimientos de su vida, los cuales explican, en gran medida, su vocación y actividad literaria. Si en la mayoría de los escritores vida y obra caminan en perfecta simbiosis, el caso de Medardo Fraile es un buen ejemplo sobre tal circunstancia. Estamos, pues, ante un trabajo autobio-bibliográfico que se convertirá en referencia inexcusable para todo aquel que pretenda acercarse y comprender la obra literaria de este autor.

Si en las páginas anteriores hemos tenido ocasión de comprobar la presencia de Úbeda en sus escritos narrativos, esta ciudad va a estar presente, lógicamente, en el artículo que ahora comentamos. No vamos a entrar en muchos detalles, con el objeto de no cansar al lector; pero sí nos permitimos reproducir, a título de ejemplo, un fragmento suficientemente elocuente y significativo a este respecto.

Cuando M. Fraile, al comienzo del artículo, nos habla de los primeros momentos de su vida procura remarcar una triple influencia geográfica en su personalidad: la toledana, por parte de su padre; la andaluza, por su madre, y la madrileña, por el lugar de nacimiento y residencia de una buena parte de su vida. Esto es lo que nos dice con respeto a la segunda, que es en estos momentos la que nos interesa:

"La (familia) de mi madre era de una ciudad de Jaén, de origen antiquísimo, donde residían o tenía casa familias muy ilustres, muy nobles, y los pobres pasaban un hambre innoble: Úbeda. Hay en Úbeda restos romanos, árabes, judíos y los palacios renacentistas son fabulosos. En el siglo XIV un pobre llamado Arquero se levantó contra la nobleza ubetense y la echó de la ciudad. En el siglo XV, otro pobre, Levatón, hizo lo mismo. En 1915 se celebró en Úbeda el Tercer Congreso, anarquista, de la Federación de Agricultores Españoles. Los pobres más pobres eran mendigos, gañanes, aceituneros, criados. Yo tenía un tío recovero, otro carpintero, otro mercero. Mi madre fue muchos años doncella —es decir, criada con cabeza, criada distinguida— de una de las señoras más encopetadas de Úbeda.

Yo vine al mundo en Madrid y pronto me encontré con tres razas, porque eran, más o menos, tres razas: los madrileños, los toledanos, los andaluces. Pronto me di cuenta, no sé cómo, de que los toleda nos hablaban incorrectamente y sin gracia (lo que acaso sorprendería a Sancho), de que los madrileños tenían un humor seco y serio que podía ser, a veces, cargante y, a veces, oportunísimo, y de que lo andaluces —los de Úbeda— hablaban con corrección y con gracia desgalichada e impar, aunque soltaras las palabras con uno, dos o tres sonidos menos, porque era lo único que les dejaban comer: sonidos. Yo tenía una tía que, cuando no se acordaba de algo, lo expresaba lo mismo que Cervantes: "Nada, que no quiero acordarme...". Y hablaba de "estar a pique de", del lebrillo y la compaña..."
(Ob. cit., pp. 70-71)

Y ya, para terminar, quiero indicar que, según me ha comunicado por carta el mismo Medardo Fraile, está previsto llevar al cine su novela Autobiografía, empeño en el que se han comprometido personas de reconocido prestigio cinematográfico. Quedamos, pues, a la espera de ver pronto en las pantallas una obra que, bajo el anagrama de "Bedua", contiene repetidas referencias a nuestra ciudad.

Aurelio Valladares Reguero