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Úbeda

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Quizás la mejor Guía de Úbeda.

 
    

Nuevos planteamientos en torno al cinturón amurallado de Úbeda (XXII)

Juan Ramón Martínez Elvira

en Ibiut. Año VIII, nº 39. Diciembre de 1988, pp. 2-3

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El callejón de las Brujas

El callejón de las Brujas, por tanto, corría paralelo a la calle de las Tostadas, a través del interior de la manzana de san Nicolás. La muralla referida, que lo delimitaba lateralmente, constituía el tope en profundidad de los corrales correspondientes a la calle Tostadas. En consecuencia, el callejón de las Brujas no debió ser ni más ni menos que el callejón de ronda de la muralla.

En un determinado momento se cerró, quedando incorporado en parte al huerto de la capilla del deán Ortega. Posteriormente, en 1661, los vecinos pidieron su reapertura, justificando su solicitud "por aver estado a pique de aRuynarse con el turbión que vino el dia de nra s.ª santa ana"130. Nada más lógico. Si el callejón se abría por arriba al claro de la fuente, las aguas torrenteras procedentes de la Cuesta de Cobatillas no tendrían su natural desagüe si aquel permanecía cerrado. El día 14 de septiembre conceden a los peticionarios la apertura del callejón, a condición de que cada vecino levante sus tapias y la calleja "quede corriente".

En la actualidad, el callejón de las Brujas no existe.

Un pequeño apéndice documental.

He aquí una breve selección de textos documentales que demuestran la existencia de la Puerta de san Nicolás:

1469: Partición de Juan Ruiz de Salamanca y su mujer. A su hijo Pedro le correspondió "una faça q llega al exido de la puerta sant nicolas entre los caminos". (Protocolo 766, s/f).

1477: Codicilo de García Sánchez ante Andrés Fernández Franco, modificando su testamento en 1476. Afirma tener de los clérigos de Santa María tres hazas, "las dos cerca del exido de la puerta sant nicolas" y encima del tejar de los herederos de don Diego Fernández de la Cueva. (Protocolo 66, hojas sueltas).

1478: Testamento de Antón Ruiz de Santisteban. Declara que su mujer aportó al matrimonio "una faça pequena en el exido de la puerta san nicolas". (Protocolo 766, s/f).

1511: El Cabildo Municipal recibe 1.000 maravedíes de un solar "ques junto con la fuente de la puerta de san nicolas". También recibe dinero "de un solar encima de la puerta san nicolas". (Libro de Propios)

1514: Alfonso de Medina y su hermano arriendan haza "en el exido baxo de la puerta san nicolas" en linde de hazas de Juan de Moya y de herederos del regidor Martín de Ortega. (Protocolo 766, s/f).

1580: En la partición de Luis de Gila se dice primero que éste vive "cabo la puerta san nicolas". Luego, que sus casas lindan con las de la vuida de Sevilla y las de Antón Copado "v.°s desta cibdad junto a la puerta san nicolas" (Protocolo 799, s/f).

1596: Se habla del "callejón que pasa a la puerta de la fuente de san nicolas" (Protocolo 377, f. 685).

1598: Arriendo de casas en la calle "Puerta de la fuente de san nicolas" (Protocolo 366, f. 364 v.) Nos parece que sobran los comentarios.

LA PUERTA DE VALENCIA

Al final de lo que hasta entonces fuese la calle de Valencia, debió levantarse la puerta del mismo nombre, conducente, como es natural, a la lejana ciudad del Turia. Era una de las cuatro más importantes de la periferia ubetense. Importancia debida a su tráfico, desde luego, no a su valor arquitectónico, del que nada sabemos.

Es evidente que la puerta dio nombre a la calle en que se alzaba. Por consiguiente, dado que ésta ya se cita en el XV, hasta aquí podemos remontar indirectamente la más antigua alusión a la puerta. En documentos, la fecha más lejana en que se menciona explícitamente corresponde al acta municipal de 22 de julio de 1558. Dicen en ella los regidores que se saque de la cárcel a Luis Alférez —alcaide señalado por la ciudad para la custodia "de la puerta de balençia"—, pues aunque no cumplió su misión ello fue a causa de hallarse "impedido" para hacerlo.

Siguen las citas aflorando tímidamente a lo largo del XVI: en 1559(131) y 1583(132), por ejemplo. Incluso en el primer tercio del siglo siguiente su aparición es prácticamente nula. Pero a partir de 1637 las referencias son profusas y bastante continuas; casi todas tratan de la salvaguarda de la puerta durante las epidemias o del control fiscal de las mercancías.

Recuerde el lector que la calle Valencia llegó a tener dos puertas diferentes: esta de Valencia y la de Sabiote, aquel arquillo derribado en 1561 para dar más anchura a la calle. Que convivieron ambas es indudable, según el cotejo de fechas que acabamos de ver.

El portillo de Sabiote —insistimos que localizado clarísimamente por boca de los propios regidores en la calle Valencia— estaba íntimamente ligado a un ejido, una plazuela y una fuente, los cuales se llamaron también "de Sabiote". Y aún lo siguieron haciendo tras el derribo de la puerta que les dio nombre. Sólo en una ocasión, confirmando la regla, al ejido de la puerta de Sabiote se le llama "del Losar"; lo que demuestra la facilidad de nuestros antepasados en alterar denominaciones:

"Un texar guerta con agua baxo del exido de la puerta que llaman de sabiote e agora se llama la puerta el losar"(133).

No se puede pensar que esta puerta sea la mudéjar que se levanta sobre la Cuesta de la Merced pues a ello se opone el sentido común, incapaz de concebir cómo en el área de más desniveles topográficos de la ciudad se encuentra un ejido —llano y suficientemente extenso y un tejar-huerta implantado donde no existían más que construcciones urbanas.

En el lógico supuesto, nada tiene, pues, de extraño que a la genuina, auténtica y única puerta del Losar, por el contrario, se le llegue a llamar —eso sí, de prestado— puerta de Sabiote.

NOMBRES PARA LA HISTORIA

Con la puerta de Valencia termina nuestro periplo alrededor de los dos cinturones amurallados de Úbeda. Queda, sin embargo, un conjunto de denominaciones para determinadas puertas — posiblemente no todas distintas a las que ya hemos relacionado— de imprecisa localización. Puertas, en definitiva, tan reales como las de la Calancha o la de Toledo, pero de las que ha quedado, casi únicamente, el recuerdo de su nombre.

Puerta de Aguilar

En 1559, desaparecida la epidemia de peste, acuerdan los ediles abrir cierto número de puertas —todas situadas en la periferia, naturalmente—, entre las que se menciona la de Aguilar:

"acordaron porq se tiene noticias q en los pueblos comarcanos co-mo es granada jahen baeca y otros an abierto puertas e quitado la guarda por ayer entendido q mediante la boluntad de n.° sr ay mejoria en la enfermedad de peste q avia desde oy se quiten las guardas y se abran las puertas q sean la de balençia granada e de baeça la torrenueva e de aguilar y la de las Risas e questas tres ultimas no se derriben ni abra mas puerta de la nezesaria p.ª entrar una bestia cargada"...(134).

La cita nos permite conocer, por exclusión, qué puerta pudo ser la de Aguilar, pues entre las no citadas quedan las de Quesada, Sabiote, San Nicolás, San Cristóbal y San Juan como más probables.
(continuará)

Juan Ramón Martínez Elvira

NOTAS:
(131) Acta Municipal de 14 de Marzo y la de 16 de Agosto.
(132) Acta Municipal de 3 de Agosto y 26 de Octubre.
(133) Año 1606. Prot.° n.° 1029, f. DCCCCLXIII. Dato adelantado gentilmente por don Vicente Ruiz.
(134) Acta Municipal de 16 Agosto 1559.