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Historia de las calles de Úbeda: El Real (y III)

Juan Ramón Martínez Elvira

en Gavellar. Año IX, nº 107. Octubre de 1982, pp. 13

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LA GENTE DE IGLESIA

A medida que avanzan los años, los eclesiásticos comienzan a proliferar: ese inquieto mundillo laboral que a fuerza de sudores ha conseguido ahorrar bajo la baldosa unos cuantos ducados lanza a sus hijos por uno de los dos grandes caminos que pueden liberarlos del menospreciado estamento en que nacieron. El menos peligroso es el de la iglesia; el otro, el de las milicias, no tiene reflejo en los padrones y, en consecuencia, no se puede constatar.

Así, pues, al estado eclesiástico se adscriben, desde el sacristán al canónigo, un considerable número de individuos cuya exacta relación es la siguiente:

POR LA PARROQUIA DE SAN PABLO

— Cristóbal Redondo, clérigo (1601-11).
— Diego Gil Gaitán, familiar del Santo Oficio (1627).
— Juan Jiménez, familiar del Santo Oficio (1627).
— Lucas de Vígara, presbítero y beneficiado (1656-82).
— El licenciado Antúnez (1671).
— Francisco Izquierdo, «clérigo conjugato», es decir, en estado matrimonial (1673-78).
— Pedro de Vígara, presbítero (1674).
— Pedro Melero, clérigo licenciado (1674-79).
— Juan Ruiz, presbítero (1674). En el 82 aparece como canónigo y en años sucesivos, hasta 1709, es llamado Diego Ruiz de Dontello.
— Juan Moreno de Vígara, presbítero (1679-87).
— Pedro Rodríguez de Vígara, presbítero (1679-1711).
— Francisco de Molina, presbítero (1682-1722).
— Manuel de Campos, presbítero (1696).
— Manuel de Rivera, presbítero (1697-99).
— Francisco López, pertiguero de la Colegial (1702-5).
— Bartolomé Vela, clérigo de menores (1711-34).
— Lucas de Vígara (1722-69), presbítero.
— Diego de Molina, presbítero (1709-34).
— Juan Moscoso, presbítero (1725).
— Sebastian de Yta, presbítero (1732-34).
— Juan Pinilla (1739-91).
— Antonio de Hita, clérigo de menores (1739-41).
— Juan López, presbítero (1757).
— Juan de Peña, presbítero (1769).
— Juan González, presbítero (1780-91).
— Bernabé de San Pedro, clérigo de menores (1780).
— Alonso de Molina, prior (1780).
— Antonio o Alfonso Alvarado, presbítero (1795-1824).
— Miguel Esteban Sánchez, presbítero (1824).
— Ramón Cabezas (1851-60), presbítero.
— Y Juan de la Cruz Molina Mancebo, presbítero (1875-80).

EN LA ACERA DE SAN PEDRO SE ENCUENTRAN:

— El licenciado Espinosa (1601-14).
— El clérigo Bastián Alonso (1601).
— El clérigo licenciado Ñubla (1606-15).
— Francisco Díaz de Vígara, clérigo (1611-15).
— El licenciado Ochoa, clérigo (1624).
— El beneficiado Francisco de Cárdenas Arredondo (1629).
— El licenciado Gaspar Báez, clérigo.
— Diego Gil Gaitán, que ahora aparece como presbítero en la acera opuesta (1656-61).
— Diego de Cabrera, presbítero (1671).
— Nicolás de Quesada, clérigo de menores (1671-1705), de quien sospechamos que fue el que costeó la erección de la doble galería del Santuario de Gavellar.
— Nicolás de Dontello, presbítero (1671-1705).
— Juan Fernández Trapera, presbítero (1674).
— Andrés Rodríguez, presbítero (1674).
— Juan Francisco Noguera (1682).
— Juan de Toral (1697).
— Pedro Martínez Aranda (1711-54).
— Diego de Toral, presbítero (1734-51).
— Manuel de Aranda, presbítero (1734).
— El maestro don Juan Moncayo, prior de Santo Tomás (1741).
— El pertiguero Juan Gallego (1742-69).
— Y a partir de este momento, una serie de sacristanes solamente representan hasta finales del XIX al esta-mento eclesiástico.

APELLIDOS ILUSTRES Y APELLIDOS POPULARES

La calle del Real acuna el origen de apellidos que dieron gloria a las letras ubetenses. En 1768 hace su aparición don Pedro de Esponera y dos años mas tarde se empadrona como extranjero al primer Juan Pasquau, de cuya descendencia habrían de surgir otros homónimos que hoy titulan dos calles de nuestra localidad.

Aunque de la biografía del que fue cronista de la ciudad, don Manuel Muro García, no poseemos muchos datos que se puedan confrontar, el hecho de que en 1854 aparezca un matrimonio integrado por don Miguel Muro, sastre, natural de Úbeda, y Natividad García, nacida en Baeza, nos da pie a creer que se trata de los padres del autor de «Pasión serrana». Apoya un punto esta hipótesis el hecho de que a partir del censo de 1860 dicho matrimonio —que por entonces tenía dos hijos: Federico y María— ya no vuelve a aparecer, lo que permite suponer que a partir de esa fecha se trasladase la pareja a Cazorla, donde en 1867 habría de nacer Manuel.

Mientras que los Pasquau y los Muro se adscriben a San Pablo, en el lado correspondiente a la parroquia de San Pedro aparece en 1880 otro extranjero de procedencia francesa: Adolfo Cazabán Fajadele (sic), nacido en Monferrant hacía cuarenta y dos años y casado con Elvira Laguna Corral, madre por entonces, entre otros hijos, de un niño de diez años de edad: era Alfredo Cazabán Laguna, el futuro cronista provincial, fundador de la revista «Don Lope de Sosa».

Por otra parte, existe un buen número de apellidos cuyo recuerdo aún sigue vivo en virtud de la fama que por su profesión adquirieron sus portadores. Son, por citar unos cuantos ejemplos, apellidos populares como el del relojero Antonio Cañabate Hernández (por entonces -1885— en el Real), el del polvorista Luis Villacañas, que aparece en 1851 (otro polvorista de igual apellido y de nombre Antonio vivía por este tiempo en la calle Narváez) y el del «jefe de caminos» don Felipe Vara y Sáez, que traza las espadañas de la iglesia de Santa María.

EL COLERA

Para terminar, una breve alusión a la epidemia de cólera, cuyas víctimas aparecen como tales en el censo de 1856. De los 142 vecinos que poblaban en ese año la acera izquierda, el número de fallecidos es de 12, lo que representa el 8,4 por 100.

Juan R. MARTÍNEZ ELVIRA