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Nuevos planteamientos en torno al cinturon amurallado de Úbeda (III)

Juan Ramón Martínez Elvira

en Ibiut. Año IV, nº 16. Febrero de 1985, pp. 2-3

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LA PUERTA DE LOS ZAPATEROS

Descartados, pues, los sobrenombres de Baño e Ibiut como apelativos propios del arco almohade de la Cuesta de Carvajal, se hace necesario rebautizar a éste.

Ahora bien, si es un hecho histórico que en 1506 se han demolido las defensas del Alcázar por el licenciado Mogollón, será consecuente deducir que también esta puerta desaparece entonces —a excepción del muñón superviviente— ya que su mantenimiento, de lo contrario, carecería de sentido.

Dado este supuesto, es obvio que dicho arco no debe figurar en la enumeración de 1780, por lo cual resulta lógico que tras la Puerta del Baño se exprese inmediatamente la de Bahud o Ibiut, omitiendo —naturalmente— la que ahora nos ocupa.

Por dicha razón se ha de recurrir a listados anteriores al siglo XVI que mencionen nombres de puertas no identificadas con absoluta certeza. De entre ellos, puede considerarse, quizá, como más adecuado el denominativo de “ZAPATEROS”; que se aplica tanto a la puerta como a la torre inmediata.

La existencia documentada del término data desde los tiempos de la repoblación cristiana, pues en el repartimiento efectuado entonces se lee:

..."e domingo Codesa. . . su morada en el alcázar a la puerta de los zapateros" (9).

Ciertamente, el texto no nos permite más que la posibilidad de aplicar el topónimo a cualquiera de las puertas de la alcazaba, aunque sin mayor precisión.

Parecida consecuencia, pero ahora referida a la torre, se trasluce en esta otra cita:

"Constan en los testamentos de Isabel y su yerno Diego Hernández de la Cueva algunas mandas de maravedises para hacer y reparar el adarve, desde Santa María a la Torre de los Zapateros"... (10).

Después vemos que cuando los Molinas, en 1464, se declaran a favor del maestre don Pedro Girón y su causa —que no era otra que la del infante don Alfonso— los Cuevas acaban entregando
el Alcázar al maestre, "que puso a Diego de Carvajal" y a su gente en las torres de las Arcas, de lbipL de santa María y de los Zapateros'2. Desde luego, todas estas torres custodian accesos a la ciudadela: la de las Arcas es situada por Ruiz Prieto junto a la entrada principal; la de lbiut defiende —como hemos visto— la Puerta de Bahud; la de Santa María custodia el recinto propio de la antigua mezquita y la torre que queda, llamada de los Zapateros, no puede emplazarse más que en el único hueco sobrante: el de la Cuesta de Carvajal. De aquí a que la puerta defendida reciba el mismo nombre que la torre defensora no media más que una simple deducción.

Insistiendo en este mismo punto, puede considerarse pertinente la aplicación de dicho denominativo si se tiene en cuenta la tradicional ubicación en los aledaños del arco de las tenerías, con la lógica interdependencia que éstas establecen con el gremio de zapateros, al que proveen de su materia prima: el cuero. De otro lado —y reconsiderando el segundo de los textos de Ruiz Prieto aquí citados, pensamos que las voluntades testamentarias de la época, referidas a obras de carácter arquitectónico, rara vez se destinaban a uso civil público y sí estaban ordenadas, en cambio, al beneficio de las instituciones eclesiásticas. En consecuencia, cuando Isabel y su yerno mandan reparar el adarve, éste no puede ser otro que el correspondiente al lado oeste de Santa María, lo que permite situar en su extremo inferior (Cuesta de Carvajal) la Torre de los Zapateros.
Si –según se ha dicho– esta puerta desaparece por derribo en 1506, forzoso es admitir que la muralla que contenía la del Baño debía unirse al perímetro del Alcázar en un punto inferior a la Puerta de los Zapateros, pues lo contrario –a menos que una especial configuración así lo permitiese– supondría dejar desguarnecida a la población precisamente en una zona que había contado con doble defensa.

LA PUERTA DE LA DOBLE RAMPA Y LA CORACHA

Si, según se ha visto, entre la del Baño y la de Bahud no hay mención documental de ninguna otra puerta, ¿en qué queda esa subyugante reconstrucción ideal de la doble rampa por la que los moradores del Alcázar bajaban a tomar el agua del manantial de la Saludeja? (13) ¿Qué puede decirse sobre la no menos atrayente hipótesis de la coracha? ? (14).

Ante todo es preciso recordar que ambas construcciones se presuponen de origen y uso islámico, no habiendo indicios de que en época cristiana continuase su utilización. Esto significa la necesidad de acudir a testimonios musulmanes contemporáneos aún no exhumados para confirmar o denegar la existencia de este complejo defensivo.

Por tanto, como hipótesis razonada y fundamentada en determinados vestigios arqueológicos, debe aceptarse globalmente incluso –¿porqué no?– con cierta dosis de entusiasmo.

Una salvedad, sin embargo: no parece aceptable que en la coracha se abriese ninguna comunicación con el exterior, ya que en ese caso el baluarte más tendría carácter de barbacana que de otra cosa, originándose, en consecuencia, un nuevo punto débil en la fortificación. La Fuente de la Saludeja, pues, debió ser de uso exclusivo para los habitantes del Alcázar, sin posibilidad de que a ella se accediese directamente desde el resto de la Ubbadza islámica o de su entorno rural. Igual debió ocurrir con la puerta abierta sobre ella.

Este acotamiento por parte de un núcleo reducido y específico de población puede ser la causa de que en siglos posteriores, inutilizable ya el conjunto, se olvidase definitivamente el nombre propio de "la puerta de la doble rampa".
(Continuará)

Juan R. Martínez Elvira








(10) RUIZ PRIETO, op. cit., p. 122.
(11) TORAL PEÑARANDA, E.: ÚBEDA, 1442-1510. pp. 80-81, dice, en cambio, que fue Díaz Sánchez de Carvajal quien llevó el mando de la ocupación.
(12) RUIZ PRIETO, op. cit., p. 153.
(13) Vañó Silvestre, primero (Aportación..., pp. 20 ss.) y Torres Navarrete después (núms. 105-106 de Gavellar) están de acuerdo en la base fundamental de esta teoría.
(14) El desarrollo del tema corre exclusivamente a cargo del Sr. Vañó Silvestre en el segundo de sus referidos trabajos.