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Nuevos planteamientos en torno al cinturón amurallado de Úbeda (XX)

Juan Ramón Martínez Elvira

en Ibiut. Año VII, nº 36. Junio de 1988, pp.2-3

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PUERTA DE BAEZA

La puerta de Baeza aparece documentada ya en 1559. El 16 de agosto de ese año, con motivo de la erradicación de la peste, acuerdan que "se quiten las guardas y se abran las puertas que sean la de balençia, granada e de baeça", etc. Tratándose de puertas relacionadas con la salvaguarda de la ciudad, ninguna de estas puede estar inserta dentro del casco urbano. Por consiguiente, esta puerta de Baeza no puede ser la de San Juan de Dios, ya que por esa fecha la calle Nueva tenía plena vigencia. Y lo dicho sirva para las sucesivas ocasiones en que aparece la puerta de Baeza relacionada con las epidemias o el control de arbitrios.





Muy probable emplazamiento del Arco de san Juan de Dios o Puerta Nueva. Las lineas de fachada son las antiguas, coincidentes en gran parte con las actuales.



De todas formas, y en buena lógica, hay que conceder que si el arco de la calle Mesones (del que inmediatamente vamos a tratar) alguna vez tuvo verdadera función de custodia (antes, por supuesto, del nacimiento de la calle Nueva), entonces —y sólo entonces— bien pudo llevar el nombre de Baeza. Pero esto no es constatable documentalmente y, en consecuencia, no pasa de ser una mera hipótesis.

De la puerta de Baeza no se vuelven a tener noticias prácticamente hasta la llegada del siglo XIX, en que reaparece otra vez en las actas capitulares, aunque sin demasiada profusión.

Por otro lado, en un croquis militar levantado a mano alzada durante 1811, en plena guerra de la Independencia (118), se sitúa la Puerta de Baeza en la Carrera, pasado el Hospital de Santiago.

Este hecho, unido precisamente a ese vacío de casi tres siglos en que poco se habla de ella, nos mueve a creer que la puerta de Baeza no es otra que la de San Lázaro, ya estudiada en el capítulo anterior.

LA PUERTA NUEVA 0 ARCO DE SAN JUAN DE DIOS

Evidentemente, la puerta Nueva hubo de tener un origen posterior al del cinturón amurallado que hoy se conserva. Y aunque el topónimo en cuestión es claro, siempre queda la duda de si la Puerta Nueva se levantó donde antes no había otra o de si, por el contrario, se alzó de nuevo cuño sobre el solar de la primitiva. Descartando la posibilidad de que la puerta Nueva tuviese exclusivamente carácter emblemático —y, en consecuencia, se pudiese construir después de la aparición de la calle Nueva— hay que inclinarse por la segunda opción, es decir, porque la puerta se alzase sobre el solar de otra anterior, a la que llamaremos puerta Vieja. Esta teoría es perfectamente demostrable si tenemos en cuenta que la puerta Nueva adopta las formas del "greco-romano"; pero como —en el supuesto que estamos— su existencia es anterior a la aparición de la calle Nueva, y esta se documenta ya en el XV, la puerta de tal siglo ha de ser forzosamente la Vieja, pues aún no habían llegado a España las corrientes italianizantes.

La Puerta Nueva, por tanto, debió reconstruirse en la primera década del XVI, al par de los monumentos ubetenses del primitivo plateresco, impregnándose de este estilo, como puede atestiguarlo su primitivo arco carpanel.

Documentalmente, la puerta Nueva surge en el período que media entre san Miguel de 1516 a 1517:

"Remataron en el prior de sant esydro dos solares e un quarto en el exido saliendo del exido de la puerta nueva" (119).

Luego, en acta municipal de 14 de septiembre de 1558, libran 6 reales a Miguel Coronado por "el adobo de la puerta de la calle nueva". Y por el Libro de Propios correspondiente sabemos que entre san Miguel de 1578 a san Miguel de 1579 la ciudad arrienda casas suyas "junto al arco de la puerta nueba".

Medio siglo después del "adobo" de Coronado -1610—, el arco vuelve a estar en peligro:

"acordaron q el sr. al°. de la peñuela ribera vtq°. de rrazon de lo q a ffo sobre el arco de la calle nueba pª. q se rrepare e adobe y sea luego" (120).

"La ciudad acuerda q se apremie a los alamines de edificios a q declaren de la suerte puesta el arco de la puerta nueba" (121).

La reparación debió llevarse a cabo, toda vez que a los pocos meses (22 de febrero de 1611) libran a Consuegra 1912 maravedíes gastados "en los rreparos de las tiendas de la corredera y puerta nueba y casas de castellar".

Aparte de las actas de cabildos, los protocolos notariales, acusan frecuentemente la presencia de la puerta Nueva a través de los contratos de venta o arrendamiento de las casas inmediatas al arco (122).

En todos los documentos citados hasta ahora siempre se habla de la puerta Nueva y no de la de San Juan de Dios, pues si bien es cierto que el convento de este título ya está fundado a finales del XVI, no lo es menos que su nombre se impondrá al arco muy posteriormente (siglos XVIII y XIX, con preferencia).

El cuadro de Juan Esteban

La puerta Nueva —como la de Toledo— también estuvo dotada de capilla. En 1617, varios feligreses de San Isidoro encargaron a Juan Esteban de Medina, el mejor de nuestros pintores antiguos, la confección de un cuadro con la Virgen del Rosario, Santo Domingo, San Francisco de Asís y San Francisco de Paula. El 24 de Marzo de aquel año los promotores dan su aprobación a la obra:

"sepan quantos esta carta bieren como nos diego de carabaca procurador martin garzia herrador nicolas de linares todos tres vezinos en esta ciudad de ubeda en la parroquia de señor santo ysidro dezimos que por quanto de nuestro pedimto. Ju°. Esteban de medina vezino de esta zibdad a hecho un quadro para la capilla que esta en la puerta nueba junto a el ospital de jesuxpo de esta ziudad en el qua esta nuestra sª. del rrosario con santo domingo en lo bajo rrecibiendo el rrosario y san franco. de asis a un lado e al otro san franco. de paula el qua la hechura del se concerto en quinientos rreales... y el dho quadro lo tiene acabado e de preste. nos lo a entregado para lo poner en el dho. lugar referido de la henchura del qual somos contentos"... (123).

Un soberbio monumento

Recordemos que el convento-hospital de San Juan de Dios ocupaba la manzana comprendida entre las actuales calles Cronista Cazabán y Alaminos. Desde la fachada que daba a la calle Nueva, el cuerpo del arco alcanzaba la acera opuesta, quedando por este lado a pocos metros del muro oriental de la Victoria y del callejón que por entonces le circundaba (124).

Bien transmite Torres Navarrete el parecer de los ubetenses de 1734 acerca del arco llamado de San Juan de Dios: "..fábrica tan hermosa". Y en efecto, lo era. Cuando en 1764 la Junta de Propios y Arbitrios acuerda la reparación inapelable del arco, el expediente abierto (125) nos permite conocer sustanciosos detalles sobre el mismo.
(continuará)

Juan R. Martínez Elvira

NOTAS:
(118) Don José Berlanga Reyes tuvo la amabilidad de facilitarnos reproducción del mismo, procedente el original del Archivo Histórico Militar.
(119) Libro de Propios del Cabildo. Año de 1510 y siguientes.
(120) Acta capitular 16-julio-1610, fol. 292.
(121) Acta capitular 3-Diciembre-1610, fol. 387 v
(122) Como breve muestra véanse: Prot.° 100, fol. DCXLI, año 1564 - Prot.° 319, fol. LXXV, año 1591 - Prot.° 282, s/fol., año 1592 - Prot.° 1227, fol. 21 v., año 1595.
(123) Prot.° 890, fol. CXLIX. Gentilmente dado a conocer por Sr. Ruiz.
(124) Legajo de "Venta de casas, censos y muralla", año 1843.
(125) Documento "Autos de Almoneda y Remate del Arco de sn Juan de Dios". Sin catalogar en la fecha de su estudio. Facilitado también por don Vicente Ruiz