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Don Sebastián Talavera no es un hombre que necesite en nuestra SAFA de presentaciones. Colaborador incansable del P. Villoslada desde los primeros pasos de la Institución. Maestro entonces, su inquietud apostólica, con exigencias de entrega total, descubrió como camino de su vida el sacerdocio. Alcanzada la meta sacerdotal vuelve entre nosotros atraído por un gran cariño hacia las Escuelas Profesional de la Sagrada Familia.
Ahora, al frente del Centro de Alcalá la Real, continúa su trabajo con un estilo de luchador incansable. Allí le buscamos.
Como en toda esta nuestra bendita tierra de Andalucía, aquí también ha llegado esa primavera que es filigrana de flores y luz.
Los críos juegan en los recreos, los Maestros pasean charlando de sus cosas, y entre ellos la sotana de nuestro Padre Sebastián. Es uno de sus pocos ratos libres. Me acerco a él con la pluma en la mano y me sonríe: lo "que quieras". Y le disparo la primera pregunta:
- ¿Quiere hablarme de los proyectos que haya sobre el Centro...?
- ¡Hombre!, proyectos..., muchos. Por lo pronto, como sabes, quisiéramos ampliar nuestro Preaprendizaje y crear Oficialía para el próximo curso. En el Grupo Escolar también necesitamos nuevas clases pues nos es materialmente imposible admitir ni la mitad de las solicitudes que todos los años se nos hacen. Y por último, si Dios ayuda, pues... nuestra Capilla, que también la actual es insuficiente.
- ¿Cuál es su fin al gastar dinero y tiempo en el Calvario que se montó en las Escuelas?
- El principal, la difusión popular del Evangelio de una manera sensible y atractiva a ese mismo pueblo. También las prácticas que este montaje constituyen de electricidad y mecánica para nuestros alumnos.
- ¿Considera necesario el Cursillo de Formación Profesional Acelerada que actualmente se lleva a cabo en nuestras Escuelas?
- Antes de la Asamblea de Enseñanza Profesional, no tanto; ahora sí. Faltan muchos puestos de trabajo. Para Alcalá, indudablemente, es algo estupendo, pero necesitamos muchas más becas.
- A su juicio, ¿qué necesitan con más urgencia nuestros talleres?
- Una ampliación total: más edificios, más personal, más maquinaria.
- Usted que es Maestro, ¿qué aconsejaría a los Maestros SAFA?
- Vivir su vocación hasta el final de la dedicación y en el tiempo.
- Una pregunta un poco indiscreta, Padre. ¿Añora Vd. sus tiempos de Maestro en las entonces recién nacidas Escuelas o ha encontrado la suficiente compensación en su vida posterior?
- No añoro aquella vida, pues ahora soy un poco Maestro y Sacerdote; de ahí que al sentir la vocación me hiciese sacerdote secular.
- Y por último, un recuerdo para los "viejos" ¿Qué nos dice usted de aquellos hombres que formaron la SAFA?
- Mi cariño para ellos, pues fueron la piedra angular de esta gran familia que forma la Institución de las Escuelas Profesionales.
Nos parece suficiente y nos despedimos. Muchas gracias, Padre. Que Dios escuche sus deseos y nos mantenga a todos siempre unidos en bien de esta nuestra gran casa.
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