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Sobre la identidad del personaje esculpido en la antigua capilla de San Pablo conocida por "la del Muerto" o de "los Sanmartines" se ha escrito, desde luego, no poco.
Don Miguel Ruiz Prieto, en su Historia Eclesiástica de Ubeda, da cuenta de un par de documentos insertos en un libro notarial de la parroquia con los que se demuestra que, efectivamente, en dicha capilla fue enterrado el Comendador de la Orden de Malta frey Juan de Monsalve y Sanmartín, a cuyo cargo estaban las encomiendas de Oyincio y Quiroga.
Ahora bien, que la tumba del comendador maltés se hallase en esta capilla no supone necesariamente que la estatua yacente en cuestión fuese una representación suya: bien sabido es que en este tiempo de construcciones, aparte del carácter ostentatorio y la utilidad religioso-cultualista, se pretendía reservar en lugar de enterramiento para el fundador o patrono y sus familiares, llegando el proceso de inhumación a alcanzar varias generaciones.
Por otra parte, Ruiz Prieto menciona también la posibilidad de que dicho sepulcro procediese de la capilla de los Salamancas, bien porque a ella se destinara —pudiendo ser, en este caso, don Fernando de Molina el representado en dicha efigie—, bien porque esta capilla hubiese servido simplemente de taller —puesto que en aquel tiempo estaba abandonada— y una vez labrado en ella el sepulcro, éste se trasnportase al sitio para el que había sido ejecutado.
De cualquier forma, tras manifestar sus dudas el ilustre investigador, llega a inclinarse porque el yacente sea el referido Comendador Monsalve.
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Posteriormente, Cazabán se aventuró incluso a señalar que la estatua podía pertenecer al hijo del príncipe de Viana, Duque de Bofar y Comendador de Alcántara.
El abogado don Manuel Muro García, cronista que fue de la ciudad, había publicado también un artículo en la revista "Don Lope de Sosa" (año 1914, págs. 195-197) en el que describía la estatua y los escudos y parecía determinarse por la opinión de Ruiz Prieto. Este trabajo parece ser que se reprodujo después en el periódico Patria, año de 1927, y llegó a manos de don José Echevarría y González de Aguilar, por entonces patrono y propietario de la capilla que custodia este túmulo funerario, el cual se apresuró a escribir al señor Muro una carta que es la que hemos hallado, junto al borrador de la contestación de éste, en el Archivo Histórico Municipal. En ella, el señor Echevarría indica que es el legítino poseedor de la capilla, por herencia de su abuelo materno don José María González de Aguilar y Lora.
Lógicamente, esta circunstancia implicaba que los datos del archivo de su casa solar debían ser mucho más precisos que los hallados entre los documentos parroquiales. Y en orden a ellos, comunicaba al cronista ubetense que "el muerto" era D. PEDRO DE NAVA Y MONSALVE, MARQUÉS DE VILLANUEVA DEL PRADO Y COMENDADOR DE LA ORDEN DE MALTA, añadiendo además el dato de que este mismo antepasado suyo había edificado la finca de "El Sotillo", situada cerca de El Mármol. Agregaba también que la opinión del señor Muro sobre los escudos del monumento era exacta, si bien "en heráldica como en poesía existen unas licencias y unas veces va la divisa sobre el escudo (que es siempre como debe ser) y otras veces sirve de campo el sitio donde se adosan las armas".
No sabemos si Muro García dio a conocer esta aclaración. Consideramos que debió de hacerlo y hasta nos atrevemos a asegurar que en algún otro lugar, aparte de la mencionada carta, hemos leído el nombre de don Pedro de Nava y Monsalve.
Pero lo cierto es que, posteriormente, el cronista señor Pasquau Guerrero, no anota nada de esto en su Biografía de Ubeda y que en publicaciones muy recientes continúa figurando como titular de la imagen funeraria el sempiterno frey Juan de Monsalve. Esto nos hace sospechar que el cronista Muro, por la razón que fuese, no publicó la carta, o parte de su esencial contenido, y de aquí la pervivencia de un dato erróneo a través de los años y de aquí también la publicación de estas líneas aclaratorias.
Juan R. Martínez Elvira
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