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Hemos leído con deleite el trabajo que nuestro entrañable amigo Ortega y Sagrista dedica en "IBIUT" NÚM. 7, a esta devota e ilustre hermandad ubetense. Como es costumbre en él, todo documentado, detallado y bellamente expuesto. Es pues sin duda una gran aportación al tema semanasantero de Úbeda tan poco tocado y tan desconocido.
EN DÓNDE RECIBIÓ CULTO NUESTRO PADRE JESÚS
Muchos meses hace que participamos a nuestro caro amigo don Antonio Vico Hidalgo -que tanto se desvela por Jesús- el último hallazgo, es decir, de cómo Nuestro Padre Jesús recibió culto desde tiempo inmemorial en la iglesia del Convento de la Trinidad primero, luego en esa joya oculta y menospreciada que es Santo Domingo de Silos para más tarde pasar al Convento de San Andrés.
LOS COFRADES DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS
Independientemente existía otra Cofradía como bien dice don Rafael Ortega y Sagrista, que rindiendo culto al Dulce Nombre de Jesús radicaba en el monasterio de Dominicos, fundado por el medio ubedí don Domingo de Baltanás y Mexía, aquel insigne fraile que estuvo a punto de ser quemado por la Santa Inquisición.
Estos cofrades, procesionaban al Nazareno la tarde del Jueves Santo, disciplinándose con cuerdas por cuya razón se les conocía por "Hermanos de Sangre", por la mucha que fluía a flor de piel en sus frecuentes golpeos. La comitiva salía del Convento de San Andrés y se encerraba en el de la Trinidad. Fueron sin duda dos secciones distintas de cofrades que aunque con distinta advocación ambas veneraban la misma imagen, a la que siglos más tarde tanto favoreciera la virtuosa dama doña Josefa Manuel de León Lando Hoces y Aguayo.
LOS COFRADES DE LUZ
Con absoluta autonomía se movía la otra sección de cofrades, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno establecida en la Trinidad, que eran llamados "Hermanos de Luz" por las antorchas encendidas que portaban en la procesión que siempre celebraban la madrugada del Viernes Santo. Éstos en devoto y masivo cortejo retornaban la sagrada imagen desde la Trinidad hasta el Convento de San Andrés.
Como tal Cofradía comienza su cristiano caminar en 1577 siendo canónicamente fundada y aprobadas sus ordenanzas internas el 13 de marzo de aquel año, siendo Deán de la Catedral de Jaén el luego obispo don Bernardo de Sandoval y Rojas, sede vacante por muerte de don Francisco Delgado.
El 28 de abril de 1577 se firma la escritura de convenio entre los frailes de San Andrés y los cofrades, documento que regulaba los derechos y deberes de cofrades y conventuales.
Conforme el Prior de San Andrés Fray Juan de Avellaneda, los cofrades eligen por primer priostre el 14 de Mayo de 1577 a don Alvaro Hernández, mientras que el Padre Provincial de los Dominicos desde el monasterio de Santa Cruz de Granada, da el visto bueno a la escritura convenio de 14 de Junio de 1577.
Pero el espaldarazo final lo da el Padre General de la Orden, Fray Seráfico Cabah, estante en Úbeda, el 3 de marzo de 1578. Así consta en el libro de actas de esta antigua e ilustre hermandad, que por fortuna guarda "como oro en paño" tan valioso legajo.
DE CUÁNDO SE FUSIONARON AMBAS COFRADÍAS
En nuestra ya larga carrera investigadora, nos topamos con sorpresa una noticia que comunicada en primicia a nuestro ya citado amigo Vico Hidalgo, lo sorprendimos con ella: Un cronista Trinitario cuya crónica manuscrita se guarda en Roma, nos hablaba de estos cofrades, y de cómo y cuándo se fusionan en 1638.
Queriendo confirmar nuestro hallazgo, caminamos sobre ruedas hasta Úbeda, siendo recibido por el secretario de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Sr. Vico, y confirmamos la veracidad de la crónica del Trinitario. El fraile estaba en lo cierto, pues en acta de la junta celebrada por los hermanos en 24 de Agosto de 1638 y al folio 181 consta cómo ambas secciones se fusionan y acuerdan salir procesionalmente sólo la mañana del Viernes Santo en razón a reducir gastos al duplicar los recorridos procesionales. La fusión fue un hecho como bien había presumido
nuestro amigo Ortega Sagrista.
La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno quedó por tanto reducida a "cruces y túnicas moradas". La procesión que salía el Jueves Santo a las tres de la tarde desde San Andrés a la Trinidad, quedó suprimida celebrándose sólo la del Viernes Santo que salía invariablemente a las seis de la mañana de esta madrugada.
LA JUSTIFICACIÓN DE NUESTRO SILENCIO
Nuestro silencio publicitario sobre nuestros conocimientos queda sobradamente justificado toda vez que éstas y otras noticias las guardamos para darlas a conocer en conjunto si algún día logramos sacar a la luz pública los cinco libros que tenemos acabados sobre nuestra querida Úbeda.
De cómo nace la devoción a Jesús Nazareno y cómo se esculpió la primitiva imagen, tratamos en nuestra "HISTORIA DE ÚBEDA EN SUS DOCUMENTOS, UBEDA CRISTIANA", que tras larga vigilia entre polvo e infolios es ya una realidad en silencio.
Ginés Torres Navarrete
Cronista Oficial de las villas de Sabiote y Torreperogil
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