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Por las calles de Úbeda tras los pasos de Martínez Elvira

Ginés de la Jara Torres Navarrete

en Ibiut. Año VII, nº 38. Octubre de 1988, pp. 16-17

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Seguir los pasos de Martínez Elvira por las calles de Úbeda es casi una hazaña. Por más que tratamos de seguirlo se nos pierde tras de una esquina, se oculta en una callejuela, apareciendo al fin en una plaza sosegada cargado él de recuerdos y de noticias.

De nuestras calles, conoce Juan Ramón hasta el último recoveco no escapando a sus conocimientos ni el altivo casón blasonado, ni la blanca casita con su vieja reja cargada de tiestos, ni el modesto alero. Martínez Elvira, respecto a nuestras calles, es un archivo viviente y ambulante.

Fue en mayo de 1979 cuando este inquieto ubedí inicia en "Gavellar" su serie "Historia de las calles de Úbeda". ¿Quién tiene más historia a sus espaldas que estas calles de Úbeda cargadas de palacios, iglesias o monasterios?

Martínez Elvira tiene buen comienzo: lo hace con la Cuesta de la Merced, sembrada de plegarias y hollada por las pisadas de Comendadores, devotos y penitentes. Parece que fue ayer cuando Arnaldo de Montesón cruza nuestra cuesta y ya han pasado nada menos que 725 años.

Bien enjuicia el autor la antigüedad de esta Cuesta y el barrio contiguo, extramuros del recinto viejo, pues efectivamente el arrabal de San Millán estaba defendido por la Puerta de los Arrastraderos al final de la calle Valencia, justo en "El Desfiladero", con muros de verdad donde la historia nos asegura fue venerado en tiempos idos el Santo Cristo (que creemos del Soldado), en una modesta hornacina.

Como demostramos en su día, lo que Ruiz Prieto dio en llamar Puerta de Sabiote junto a la Plazuela de los Olleros, sólo fue un arco de paso con vivienda conventual de los Mercedarios sobre el mismo. Respecto al Monasterio, aunque los frailes de la Merced pudieran establecerse en Úbeda a raíz de la conquista de la villa por San Fernando, éste se levanta según nuestros rastreos en 1269 siendo obispo de Jaén Fray Pedro Nicolás Pascual de Valencia (1250-1275). De esta fundación nos ocupamos ampliamente en nuestra Historia de Úbeda en sus documentos: Úbeda Cristiana.

No es exacto que el Papa Juan XII eliminase de estos monasterios a los Caballeros Comendadores de la Merced (seglares), poniendo en su lugar a profesos eclesiásticos de la misma Orden. El Papa Juan XII no pudo tomar tal decisión ya que éste gobernó la Nave de Pedro entre el año 956 y 964. Tal decisión la toma Juan XXII (1410-1415). No entramos en el capítulo de frailes ilustres de la Merced, que fueron muy numerosos por cierto, ni tampoco en los bienes conventuales que fueron cuantiosos.

POR LA PLAZA DEL MERCADO

Pudo ser en efecto zoco en tiempos de la dominación árabe pero no existe documentación alguna que lo pruebe. Únicamente la continuación y tradición de los cristianos tras la reconquista de intercambiar sus productos en este lugar.

En cuanto al nombre de la Plaza, en ninguno de los documentos que hemos manoseado, aparece jamás la palabra "Cercado". No tiene sentido, quedando descartado este nombre por falta de noticias que lo confirmen.

En contra de las afirmaciones de Martínez Elvira en "Gavellar", número 67-68, en que dice: "no consta documentalmente que en este lugar se realizasen transacciones comerciales'; se sabe de forma rotunda que el nombre de "Mercado" le viene por el mercadillo semanal que Fernando IV "El Emplazado", otorga a Úbeda, privilegio fechado en Medina del Campo en 18 de noviembre de 1295. También de las ferias y mercados tratamos en nuestras Curiosidades históricas de Úbeda (1) .

En cuanto al baile de nombres de la Plaza en razón del momento político, sólo tenemos que añadir que al ser jurada la Constitución de 1868, toma el nombre de "Plaza de la Constitución" por acuerdo Municipal. Pese a ello, el pueblo siempre sabio, la ha conocido y conoce por su tradicional denominación de Plaza del Mercado.

Respecto al alcalde mayor cuyo nombre figura en el friso de las antiguas Casas Consistoriales, se trata de don José Tristán Afán de Rivera y Fonseca, regidor perpetuo y preeminente de Úbeda, donde contrae matrimonio con doña Magdalena de la Torre y Salcedo. Fue hijo de don Juan Afán de Rivera y doña Isabel de Fonseca y Segura. Tenemos localizada a su descendencia. En cuanto al mayordomo del Concejo, se trata de don Rodrigo de Molina Valencia y Mexía, III Señor del Ayozar sin sucesión.

Sobre la Plaza del Mercado, sólo añadir que es un error manifiesto afirmar que el Convento de San Andrés fue fundado en 1531, cuando los documentos que guardamos afirman que lo había sido muchos años antes.

Sí es cierto que exclaustrados los Dominicos de San Andrés, el Ayuntamiento construye una alhóndiga y una posada, amén de otras dependencias, y las vicisitudes por las que atravesó aquel destruido Monasterio son de lástima. Sus piedras varias veces centenarias más se rinden a la malvada piqueta y al desprecio del arte y de la historia que a la inclemencia del tiempo. De esas vicisitudes tratamos también al detalle en nuestra mencionada Úbeda Cristiana.

EL HOSPITAL DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

Este se hallaba en completa ruina en 1672 por lo que el alcalde mayor de Úbeda, Doctor Dávila, ordena obras de urgencia. A este Hospital fueron agregados bienes de la obra pía de Graciano, (el Marco Polo ubedí) siendo incorporado a la Beneficencia Municipal en 1813. Había sido fundado para albergar a transeúntes pobres.

Tenemos noticias ciertas que por aquellos años, los patronos de dicha obra pía, con licencia del obispo de Jaén, ceden al Ayuntamiento un terreno para levantar el nuevo Matadero Municipal a cambio de dos nuevas tenerías que habría de levantar el Concejo a su costa en favor del Hospital. Entre los bienes propios le conocemos tres casas "por bajo de las murallas y sitio de la Salobreja", y como tal obra pía ya se hallaba extinguida en 1845, pues aquel año el Ayuntamiento cede una vivienda a Dª. Angela Taguado, viuda del que fuera escribano Prudencio de la Cuadra. Fue derribado por ruinoso en 1868.

LA CALLE DE LA NIÑA BOBA

Con Martínez Elvira estamos en cuanto a que la acera noble de la calle Ventaja, antigua de la "Niña boba" (2), daba a la Plaza del Mercado, siendo el único de sus lados que no tuvo soportales. Documentalmente vemos la existencia de estos en el resto de la Plaza, terreno que fue cedido por el Concejo a los dueños de las casas a cambio de demoler las viejas viviendas y levantar otras uniformes.

LA DESCENDENCIA DE DON NUÑO SALIDO

La Dª. Mariana Salido a que alude Martínez Elvira, fue exactamente hija del celebérrimo don Nuño Salido Afán de Rivera, Maestre de Campos, Gobernador del castillo de Amberes, Tavilla y Puerto de Nioporte. Se llamó Dª. Mariana Salido Afán de Rivera Zúñiga y Carrillo de Toledo. Tenemos localizado su testamento, y en él declara haber nacido "en la villa de Bruselas reyno de Francia". Por otro documento sabemos que casó con don Juan Antonio de Carbellido Losada y Zurita, regidor perpetuo de la villa de Madrid, Caballero de Calatrava, Señor de la Casa y Castillo de Carbellido y de las villas de Cadafreznas y Melezna. Quedó viuda muy joven aunque con cuatro hijos, viniendo a vivir a Úbeda, la tierra de sus mayores donde poseía cuantiosas propiedades, siendo por derecho de primogenitura patrona de la capilla mayor del Convento de Santa Clara, donde fue sepultada.

Ginés Torres Navarrete
(Cronista oficial de las villas de Sabiote y Torreperogil)

NOTAS:
(1) Caja de pergaminos n.° 2, A.H. Úbeda.
(2) El 17-8-1730 ante Juan Antonio de Medina, leg. 1.404, f. 82, testó en Úbeda el licenciado Francisco Ruiz de Villanueva, uno de los capellanes del Salvador, y dice vivir en la "calle de la Niña Boba y casa de los Salvaxes, parroquia de Santa María".