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Más sobre las murallas de Úbeda (IX)

Ginés de la Jara Torres Navarrete

en Ibiut. Año X, nº 53. Abril de 1991, pp. 16-17

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PUERTA DE BAEZA, SAN LÁZARO 0 DE SAN JUAN DE DIOS

Que así se llamó lo anticipábamos en "Ibiut" n.° 20. No vemos ningún descubrimiento.

Ni dudar cabe que la Puerta Nueva ya había sido acabada casi cien años antes de la fundación en Ubeda del Convento-Hospital de San Juan de Dios. Que Nueva se llamó, por haberse levantado a la entrada de la calle de igual nombre o en su defecto por haberse reedificado y ser en efecto la más nueva. De Baeza, por arrancar en ella el camino real de la vecina ciudad, y de San Lázaro por hallarse igualmente en el camino de la ermita vieja de igual nombre. En sus últimos tiempos se llamó de San Juan de Dios por apoyar la fábrica de esta puerta en los muros de la iglesia de dicho Convento-Hospital.

Martínez Elvira nos da a conocer un documento de 1510 demostrativo de la existencia de esta puerta conocida ya por Nueva. El mismo investigador nos habla también de la Puerta de San Lázaro, (de la que repetimos hablábamos por nuestra parte en "Ibiut" n.° 20), situada según el documento "...en la calle carrera junto a San Lacaro".

¿Dónde estuvieron la calle Carrera y la ermita de San Lázaro?

Documentos anteriores a 1652 nos hablan ya de la Carrera Vieja de los Caballos, lugar donde los cofrades de San Julián ofrecían sus apuestas o torneos el día primero de mayo. Esta corría desde el comienzo del Hospital de Santiago hasta pasado el mismo, aproximadamente hasta la altura de la SAFA.

En tiempos más recientes nos siguen hablando de ella, pues en Úbeda el 10 de julio de 1735 ante Juan de Alaminos Calatrava, otorga testamento Ginés Berlanga, natural del lugar de Peralejo, obispado de Sigüenza, y dice vivir "...en la Carrera Viexa parroquia de Sr. Sn. Ysidro" (1).

En cuanto a la ermita vieja de San Lázaro, la misma se levantó a espaldas del Hospital de Santiago, al final de la calle de la Victoria, conocida también por "Callejón de los Gitanos".

La primera vez que vemos hablar de San Lázaro por nuestra parte, es en 1562. El documento
fundacional del Hospital de Santiago nos dice:

"..y al presente tenernos de hazer un hospital en la ciudad de Ubeda qués de nuestra diócesis en el sitio donde al presente está la hermita vieja de Señor San Lázaro, y están abiertas las zanjas de los cimientos y las tápias de la cerca..." (2).

Su exacto lugar queda localizado a través del arriendo de unas hazas propias de don Diego Fernández de Córdoba Ronquillo Villarroel Orozco y San Martín, mayorazgo de la Casa de Orozco, de Úbeda. En esta ciudad el 23 de septiembre de 1701 ante Juan de Alaminos Calatrava, el administrador de don Diego arrienda:

"...unas hazas que dicho maiorazgo tiene junto a la ermita de Señor San Lázaro extramuros desta ciudad y calle de los Jitanos y camino de Toledo" (3)..

Demostrado pues el porqué de los nombres por los que fue conocida la Puerta Nueva. De su derribo en 1866 y otras noticias tratamos en "Gavellar" n.° 116-17.

LA REEDIFICACIÓN DE 1764

En 1 de septiembre de 1764 la Junta de Propios y Arbítrios, acuerda la reparación "del Arco de San Juan de Dios", y el 17 de octubre de igual año ante el alcalde mayor de Úbeda don José García de León y Pizarro, los alarifes Arce, Rodríguez y Rus, dan cuenta del reconocimiento de la puerta que amenazaba ruina total: "...que los que declaran tienen por preciso e yndispensable, se construía de nuebo sin perdida de tiempo...".

Siguen las recomendaciones de los peritos y a continuación una carta de don Vicente Caballero, intendente contador de Propios y Arbitrios de Jaén fecha 7 de noviembre de 1764.

La obra sale a la subasta a voz de José Diego, voz pública de Úbeda, en 10 de noviembre en la Plaza de Toledo, "...y no pareció quien hiciere postura".

Varios pregones más, y en la puja del 2 de diciembre de 1764 la obra se remata en el maestro Diego Rodríguez en 2.500 reales.

En una declaración de 27 de junio de 1765 consta estar demolido el arco y en otra de 27 de diciembre los alarifes declaran estar seguros los cimientos y obra ajustándose todo a lo tratado (4).

PUERTA NUEVA DE BAEZA 0 DE SAN LÁZARO

Como en el caso de la Puerta de Sabiote en la calle Valencia, ésta de la calle Nueva se queda en pleno casco urbano, y extendiéndose Úbeda hacia Poniente, lógico que se protegiese su casco nuevo con otra puerta y murallón justo pasado el Hospital de Santiago, murallón que mandan derribar pasada la Guerra de la Independencia y que no se llevó a efecto como se verá. Nada extraño que a esta nueva puerta se le siguiese llamando de Baeza o San Lázaro por estar igualmente en el camino de dicha ciudad y altura misma de la ermita vieja de San Lázaro.

Como tal aparece en un plano militar fechado en Cabra del Santo Cristo en 21 de mayo de 1814, firmado por Pedro Portillo, ayudante de Estado Mayor.

Como apuntábamos anteriormente, el murallón de la Puerta Nueva de Baeza o San Lázaro, no fue derribado en 1816, pues en acta capitular de 8 de enero de 1825 dicen:

"...y asi mismo es indispensable haya quatro puertas: a saber la de la calle Valencia, Puerta de Baeza, la de Granada y Torre Nueva, por sujetarse a estas continuada concurrencia por los caminos reales que a ellas se dirigen".

Ignoramos la fecha de su desaparición.

PUERTA DE LA CALLE DEL GALLO

Dice don Rafael Vañó en "LAS MURALLAS DE UBEDA", refiriéndose al documento de Ruiz Prieto sobre el recinto amurallado de Úbeda:

"Dada la acreditada probidad histórica de Ruiz Prieto, su localización tan extraña a la realidad nos ha obligado a estudiar el origen de la errónea descripción..." (5).

Aunque don Miguel cayese en errores —como cada cual—, en esta ocasión no fue tan visionario como se le pinta. El rastreo documental que se viene llevando a cabo últimamente, viene a demostrar cuánta razón llevaba nuestro admirado historiador.

Aunque no sitúa bien la Puerta de Quesada, él sabía que existió. No estuvo al final de la Cuesta de Santa Lucía pero sí al final de la calle de las Morenas en San Juan Bautista. Le sucede igual con la puerta nueva de Sabiote, que sitúa en la Plaza de los 0lleros y que estuvo junto al Mandrón. Y siguiendo el itinerario de don Miguel dice textual:

"...continuaba por la calle Peraleda, hasta el fin de la calle del Gallo, donde había otra puerta..."

A chino sabría a cualquiera pensar en una puerta en la calle del Gallo, pero en esta ocasión don Miguel estuvo inspiradísimo y da el lugar exacto donde se alzó aquella puerta: el final de la calle del Gallo. El documento demostrativo de su existencia y enclave viene a decirnos:

"Estando en el campo, extramuros desta ciudad a bista de la Calle del Gallo y de la puerta della y del legidillo que dicen de Raia enfrente de unos corrales que decían la tenajería de Moia entre caminos que van a la calle Balenzia y a la Fuente de la Salud..." (6).

Así comenzaba su documento público José de Molina y Muñoz.

Ginés Torres Navarrete
(1) Leg. 1.554.
(2) "Fundación y Estatutos del Hospital de Santiago.
(3) Leg. 1.707, f. 700.
(4) "Autos de Almoneda y remate del Arco de Sn. Juan de Dios", noticia que debo a D. Vicente Ruiz.
(5) Boletín I.E.G. n.° 81, pág. 54.
(6) Leg. 1.316, f. 790.