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Úbeda

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Más sobre las murallas de Úbeda (y XI)

Ginés de la Jara Torres Navarrete

en Ibiut. Año X, nº 55. Agosto de 1991, pp. 16-17

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LA TORRE DE LAS ARCAS

Aquella hermosa torre estuvo emplazada entre el Palacio del Moro o Casa del Obispo, y la Casa de los Zambrana después Palacio del marqués de Mancera. Esta torre montaba sobre una puerta llamada del Alcázar, la principal, que ponía en comunicación a éste con el resto de la población.

Debe su nombre al haberse guardado en ella las arcas de los fondos municipales, reuniéndose en ella incluso la Ciudad a cabildo. Entre los allí celebrados, conocemos el de 9 de agosto de 1414 por el que la Ciudad acuerda cesar al alcaide de Quesada y Tiscar don Lope García de la Peñuela por su inobediencia a Úbeda, nombrando en su lugar a Garcí Martínez de Baeza (1).

Otro de los cabildos celebrados en la Torre de las Arcas, tiene lugar el viernes 12 de marzo de 1434, dando cuenta en él de una real carta de Juan II anunciando los capítulos aprobados en las Cortes celebradas en Zamora en 1432, y en la villa de Madrid en 1433. Finalmente el celebrado el sábado 10 de septiembre de 1446 cuyo texto conocemos íntegro.

Esta torre ha sido confundida con la octogonal de La Corredera, cuyo auténtico nombre es El Castillón, a la vista sin duda de sus dimensiones espaciosas, capaz de acoger al Concejo y guardar sus arcas.

El enclave de la Torre de las Arcas nos lo confirma una orden de pago al mayordomo de propios que dice:

"Nos el Concexo, Justícia y Reximiento desta muy noble Ziudad de Ubeda, mandamos e ordenamos a el maiordomo destos propios, dé y pague a Francisco José de Rus y Pedro Baldán, los treinta reales de vellón por fazer los zinco arcos de pi-no y verde quiban y corrian desde la Yglesia Maior Collegial asta la Torre que nombran de las Arcas, para la procesión xeneral del Santísimo Sacramento. Ubeda el primero dia del mes de Jullio de mil i setezientos tres años.— Diego Polo, Alcalde Maior". (2).

La Torre de las Arcas fue conocida también a partir de 1600 por "torre o arco del Tesorero", en honor de don Antonio de Molina y Valenzuela, canónigo tesorero de la colegiata de Úbeda, edificador del mal llamado Palacio del marqués de Mancera.

UN COMENTARIO OBLIGADO

Finalizada nuestra serie aportativa, aclaratoria y documental, hemos de dejar sentado que el señor Martínez Elvira, en su intento de querer enmendarnos la plana, dando nueva traza o giro a ciertas dudas, en sus "planteamientos" en torno a nuestra modesta serie de "Gavellar", ha quedado claro que no lo ha logrado: en su tanteo e intento de nueva proyección del tema, sólo ha conseguido dejar las cosas como estaban. En cuanto al recinto amurallado principal sigue en pie lo de mi "ni una más ni una menos mientras no se demuestre lo contrario".

Y no es nuestra postura gratuita o caprichosa. Al lector le basta echar un vistazo al plano de la cerca publicado por nosotros en "Gavellar" n,° 114, y en él podrá comprobar la existencia de doce puertas correctamente distribuidas. Otro vistazo a "Ibiut" n.° 41 y se verán diez puertas incluida la exterior de Granada que no numera el autor siendo tan puerta como la que más. Todas ellas distribuidas en los mismo lugares que nosotros dimos excepto la del Baño (que se corre naturalmente) al Arroyo de Santa María. Al plano del señor Martínez Elvira le faltan respecto al nuestro, la Puerta del Castillón en la calle Ventanas, que existió documentalmente, y la Puerta de la Salobreja reconocida por don Rafael Vañó y recogida por el señor Almagro García en el n.° 2 de los planos que presenta en su libro reciente sobre Santa María. En ambos planos, emplazamiento correcto de las puertas, si bien con duplicidad de nombres para unas o supuestos nombres para otras, como son la de los Zapateros y Bahud.

Yo demuestro que se manda derribar una puerta en la calle Ventanas y otra sola en la calle Montiel y punto. Yo digo que en la Salobreja debió existir otra puerta que sirviese a los moradores del Alcázar para utilizar el agua de dicha fuente, razonamiento sensato que comparten otros autores.

No podemos silenciar —al margen de la exposición anterior—, que el señor Martínez Elvira ha hecho muchas aportaciones y buenas respecto al entorno de la Puerta de Toledo. En cuanto al segundo cinturón, descubre la Puerta de San Juan de los Huertos (3) aunque sin emplazamiento fijo. Un nuevo nombre —el de Santa Quiteria—, para la única del ejido de San Marcos. La Puerta de San Nicolás con emplazamiento fijo. Puerta nueva de Sabiote en el Mandrón con localización exacta, y Puerta de Martín Fernández o Aguilar en el barrio de San Millán sin localización de emplazamiento. Se dan para la de la Torre Nueva los nombres de Veracruz o Iruela. Esta ha sido la aportación de puertas del segundo recinto defensivo de Úbeda, si bien mantenemos que muchas de ellas sólo fueron murallones de piedra tapando los portillos con unas puertas para controlar el tráfico. No nos ilusionemos con puertas monumentales e imponentes.

Sólo nos resta añadir la recopilación que poseemos de todas las noticias halladas sobre la cerca, que debidamente encuadernadas bajo el título de LAS PUERTAS Y MURALLAS DE ÚBEDA, se hallan resumidas en 155 folios mecanografiados.

A los cinco torreones señaleros dados a conocer por Ruiz Prieto, hemos sumado nosotros ocho más, desperdigados por la campiña y a los que no aludió el ilustre historiador.

Nuestro estudio es bastante amplio, demostrativo de los cuidados prestados por la ciudad a sus defensas a lo largo de los siglos, pero demostrativo también de la acción destructora del siglo XIX.

No está todo lo completo que hubiésemos deseado, esperando que otros investigadores tengan mayores logros.

Finalmente, que el lector imparcial, valore en justicia el esfuerzo de cada cual, y que cada cual asuma sus errores en la medida que nosotros los hemos asumido.

Ginés Torres Navarrete

(1) "Nobleza de Andalucía", pág. 620.
(2) Libro de Cuentas de Propios de 1698-1727, A.H. Úbeda.
(3) Dada a conocer igualmente por don Vicente Ruiz Fuentes según documentación que obra en mi poder.