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La lenta agonía de las puertas y murallas de Úbeda (V): las puertas de Granada.

Ginés de la Jara Torres Navarrete

en Gavellar. Año IX, nº 102. Mayo de 1982, pp.11

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LAS PUERTAS DE GRANADA

Decimos «las puertas» porque, además de la existente, hubo otra primera puerta que defendía la que aún conservamos, la plazuella y el Arco de San Lorenzo.

Y no es gratuita nuestra afirmación. Cuando Úbeda decide guardarse de la peste de Málaga, año 1833-1834, acuerdan tapiar la que hoy existe, dejando abierta la puerta de la muralla de la Barbacana y la de San Lorenzo. He aquí el interesante acuerdo de 12 de enero de 1834:

«Que se tapie la primera Puerta de Granada, abriendo la de San Lorenzo y formando una tapia en la embocadura que se dirige a la Puerta del Baño para que quede el eprovechanriento del Aguadero de dicha Puerta. Que en la lonja de la ermita de Madre de Dios se forme una barraca grande que sirva para la tropa que custodia las personas que se destinen al citado punto y otra igual en la casa del Deán» (1).

LA PIQUETA, EN ACCION

La robusta puerta que hoy podemos admirar fue amenazada de muerte en 1855, pero escapa, por fortuna, de una muerte segura. No estaría tan en ruinas, pues sin el menor cuidado ha resistido las embestidas del tiempo hasta nuestras días. Sobre aquella proyectada demolición dice el Ayuntamiento de 4 de enero de 1855:

«Asimismo, se acordó que por el señor Alcalde primero se forme expediente para la demolición de los Arcos de San Francisco, la Puerta de Granada y San Lorenzo, que están amenazando ruina y el público expuesto a terribles desgracias...».

Vuelven a insistir sobre el derribo, confirmando la sentencia de muerte mediante el anunciado expediente y reconocimiento pericial. Veamos el acuerdo de 22 de mayo de 1855:

«...Se vio el expediente de subasta para el derribo de los Arcos de San Francisco, San Lorenzo y Puerta de Granada con la declaración del perito Francisco de Cózar manifestando que están cubiertas las condiciones del expediente, y se acordó aprovecharlo y que se libre la cantidad en que fue rematada...».

Santa Rita estaría con estas piedras aquel 22 de mayo, pues no se llevó a efecto el diabólico proyecto no por respeto ni por enmendar el yerro; quizá fuese la solidez de sus sillares quienes hicieron reflexionar, pues el roto podría ser más grande que el descosido para las vacías arcas municipales.

LA PUERTA DE LAS TENERÍAS, EN LA BARBACANA

Las tenerías viejas existentes junto a la Puerta de Granada fueron propias de la obra pía del hospital de San Pedro y San Pablo. Pero la puerta que las defendía, como adelantada del peligro, ya no existia en 1857. Sólo quedaban algunos restos y éstos los solicitan este año según al acta capitular de 14 de mayo de aquel año. Dicen al respecto:

«Se dio cuenta de la instancia de Luis Esteban que pide aprovechar dos pedazos de puerta que había en la de Granada y se encuentran envueltos en tierra...».

Se trata de la piedra, nunca de la madera, de sus ¡puertas, poco aprovechables hallándose enterradas, como se dice.

EL EMPIEDRO DE LA PLAZUELA

En 1856 el estado de la plazuela de la Puerta de Granada era de lástima: los vecinos de los barrios de San Lorenzo y Santo Domingo de Silos a duras penas podían abastecerse de las aguas de la fuente. Las bestias, par su parte, amasaban el barro de los trancos, atascándose para poder abrevar. En aquel estado, el 23 de septiembre de 1856 acuerdan dos regidores empedrar la plaza toda desde el camino de Granada hasta el Arco de San Lorenzo. Anunciada la obra en pública almoneda, fue rematada en la escandalosa cifra de 3.348 reales.

DE CUÁNDO SE COMENZÓ A EDIFICAR JUNTO A LA PUERTA





Croquis realizado por el autor, que puede rehacer la estampa perdida de la plaza de las Tenerías con el bello trío de sus puertas.



De la fiebre por edificar junto a las murallas y las puertas no podía escapar ésta de Granada. En 1882 -un siglo casi—, Juan Vilches Martínez solicita espacio en la plazuela para edificar exactamente junto a nuestra puerta. El acta del día 14 de enero de 1882 dice que el mentado Vilches solicita «... el terreno que ocupa la Placeta que hay en la Puerta de Granada, lindera por el Norte con el camino que conduce a la Fuente de dicha Puerta, Mediodía con la misma Puerta y Poniente con la Yglesia de San Lorenzo y huerta del Marqués del Cortadero». Se accede en cabildo de 18 de marzo de aquel año.

UN HOY ESPERANZADOR

El presente de la puerta es halagador con sus arañazos restaurados y su tradicional empedrado, que ha cumplido ya un sigilo y cuarto. De la muralla existente entre la fuente y el desaparecido Arco de San Lorenzo, la mayor parte de ella está totalmente perdida, pero libre de edificaciones.

El dibujo adjunto nos da una idea clara de la belleza de aquel rincón de Úbeda que el tiempo y la apatía de los hombres hicieron desaparecer. Así fue, más o menos, la Plazuela de las Tenerías, en la Puerta de Granada.

GINÉS TORRES NAVARRETE

(1) Se refiere al hoy Parador Nacional Condestable Dávalos.