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La lenta agonía de las puertas y murallas de Úbeda (VI): La Puerta del Baño

Ginés de la Jara Torres Navarrete

en Gavellar. Año IX, nº 104. Julio de 1982, pp. 6

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En cuantos documentos la hemos visto mencionada fijan su situación en el Arroyo de Santa María. Se aprecian aún restos de ella a la entrada misma de la Cuesta de Carvajal, así como la torre que la defendía, maltrecha y humillada.

EN ESTADO PERFECTO EN 1780

Con ocasión del reconocimiento efectuado a la cerca de orden del Corregidor de Úbeda en 1780, se nos cita esta Puerta y se nos da el enclave, el mismo que hoy ocupan sus ruinas. Aquel año, la Puerta del Baño se conservaba en perfecto estado de revista.

EL MATADERO MUNICIPAL, JUNTO A LA PUERTA DEL BAÑO

Del Rastro pasa el matadero público a este lugar, pues en Cabildo de 24 de septiembre de 1800 acuerdan trasladar el matadero a la tenería propia de las monjas de San Nicasio «... en la Puerta del Baño».

BIEN CONSERVADA EN 1833

Seguía guardando el caserío del Barrio del Alcázar por estos años, ya que, con motivo de la peste de Málaga (1833-1834), ordenan protegerse de aquella ciudad «... y forman una tapia en la embocadura que se dirige a la Puerta del Baño...». Por estas fechas el Cabildo de la Iglesia Mayor Colegial de Santa María pide licencia al Ayuntamiento para derribar la muralla del Arroyo de Santa María para utilizar sus piedras.

CARGADA DE ACHAQUES EN 1859

Hasta este año la Puerta del Baño permanecía intacta, si bien achacosa y malparada. El siguiente documento es lo suficientemente explicativo como para dudar de su situación y estado: la fijan al final del mentado Arroyo de Santa María y para más abundamiento, enfrente de la vivienda de don José Cotrina. Hoy no existen tales casas, pero sí el rótulo «Callejón de Cotrina». Veamos lo que nos dicen en el acta capitular de 1 de septiembre de 1859:

«Se ve la instancia de Diego García Martínez manifestando que encontrándose ruinoso el Arco que hay enfrente de las casas de Don José Cotrina en lo bajo del Arroyo de Santa María en un estado bastante ruinoso, por lo que se obliga a la demolición con tal que le cedan los materiales que de é1 puedan salir, como a dejar aquel sitio limpio de los escombros». La solicitud pasa a la comisión de ornato e ignoramos su informe. Debió de ser favorable, ya que a a partir de 1859 esta Puerta no vuelve a ser mencionada.

UN HOY DE PENA

Hoy, el entorno del que fuera imponente Alcázar aparece en ruinas e indecoroso. La celebérrima Fuente de la Saludeja casi está ahogada en lastre y casas arruinadas, y este maravilloso balcón hacia el valle del Guadalquivir presenta una dejada y triste estampa. Merece la pena recordar el esplendor de este lugar, antaño con aquel «Paseo Bajo» que, partiendo del Arroyo de Santa María justo en la Puerta del Baño, llegaba hasta la Torre de Tierra. De aquel paseo y de aquella desaparecida Puerta nos hablan en el Cabildo de 20 de abril de 1865. Aquel día, la ciudad da cuenta de la petición del maestro de obras Francisco de Cózar solicitando un pedazo de terreno «... a la entrada del Paseo Bajo, cerca de la casa de Don José Cotrina, y que se deslinda al mediodía con un torreón de la muralla, con nueve varas de largo y diez de ancho, obligándose a edificar en él y dejar paso para que puedan subir caballerías y carruajes a la Plaza de Carvajal».

EL FIN DE LA PUERTA

Entre 1859 y 1865 deja de existir la Puerta del Baño, por donde antaño nos dice la tradición cruzaba en busca de su baño no sabemos qué reina mora...

Hoy sólo contemplamos los restos de una Puerta musulmana con los arranques de su arco empotrados en el grueso del torreón de la Cuesta de Carvajal. De las torres y murallas contiguas nos ocuparemos en el capítulo correspondiente.

Ginés TORRES NAVARRETE