Revista Vbeda Revista Ibiut Revista Gavellar Diario La Provincia Semanario Vida Nueva Revista Don Lope de Sosa
Nuestra web sólo almacenará en su ordenador una cookie.<br>
Cookies de terceros.Por el momento, al utilizar el servicio Analytics,  Google, puede almacenar cookies que serán 
procesadas  en los términos fijados en la Web Google.com. En breve intentaremos evitar esta situación.
Revista Códice Redonda de Miradores Artículos Peal de Becerro. Revista anual Fototeca Aviso
y más: En voz alta Club de Lectura Saudar.es Con otra voz En torno a la palabra

Úbeda

Guía histórico artística de Úbeda. En las mejores librerías. Pulse para conocer las fuentes que nos avalan


Quizás la mejor Guía de Úbeda.

 
    

ENTREVISTA AL PADRE VICENTE THEOTONIO, INSPECTOR DE LA 1ª DIVISIÓN

Juan Pasquau Guerrero

en SAFA. nº 16. Junio-agosto de 1962

Volver

        

Nuestros chicos mayores testimonian con su entrega ilusionada a todos los objetivos formativos que se les proponen, una ansia de superación, una voluntad de formarse.

La labor de adquisición de conocimientos no ha de absorber de tal forma que no deje tiempo para reflexionar sobre los propios “problemas”.

El aumento de responsabilidad en los alumnos garantizaría el éxito de unas formas de funcionamiento menos escolares.

- ¿Nos podría decir qué concepto le merece la juventud que ahora se forma?

- Concréteme un poco de esa juventud por la que me pregunta. Si me preguntase por la safista y ubetense solamente, algo –aunque poco- podría decirle.

- Concretemos, pues.

- Ante todo le diré que tenía ganas de dar un juicio en público de la juventud con que llevo conviviendo tres años. Los chicos se merecen una alabanza en público; los lectores una información... y la oportunidad que Vd. me brinda viene a punto. En general, con excepciones, claro, nuestros chicos mayores testimonian, con su entrega ilusionada a todos los objetivos formativos que se les propone un ansia de superación, una voluntad resuelta de formarse. Es natural. Tienen que situarse en la vida. Sólo cuentan con su esfuerzo. O luchan o sucumben en un nivel de vida esclavizador. Y luchan con ilusión. ¡Vaya si se ven ilusiones y momentos bonitos, tesón, constancia diaria!

- Y cree Vd. que el ambiente en que se forman estos chicos es el “optimum” pedagógico que deseamos?

- Sinceramente le diré que, si cotejamos nuestro ambiente con las referencias que tenemos de la marcha de otros centros formativos, de las ideas pedagógicas que los presiden, de los resultados prácticos que están consiguiendo, en para sentirse modestamente optimistas. Claro, si nos arriesgamos a medir nuestro ambiente pedagógico con escalas absolutas, son muchas las deficiencias. Respectando opiniones contrarias, creo que nuestro ambiente progresa en densidad pedagógica. ¡Y si tuviéramos todos los formadores una dosis un poquito mayor de reflexión para aquilatar conceptos, pulir actuaciones, y fuéramos más jóvenes, entusiastas, sinceros, entregados!

- Se dice que a los estudiantes de ahora, a fuerza de estudiar –por recargo, por exceso de materias-, apenas les queda tiempo para pensar. Tienen, se dice, muchos conocimientos, pero carecen de mentalidad propia. ¿Qué piensa Vd. sobre esto?

- Creo que los alimentos concentrados, con gran riqueza de calorías, son los más digeribles. No se pretende engordar el tejido adiposo de una vana intelectualidad, sino nutrir conveniente y dosificadamente la personalidad. El régimen a seguir en las diversas edades y casos, ha de ser diagnosticado por el Prefecto de estudios y por el claustro de profesores. De la labor reflexiva de éstos depende el que nuestros chicos gocen de una alimentación adecuada, digerible y fácilmente asimilable.

- ¿Hay recargo de materia?

- Hay unos cursos más cargados que otros. Desde luego, tanto en la Escuela de Magisterio como en la Profesional, se imprime un fuerte ritmo en la adquisición de conocimientos. ¿Se asimila todo? No sé. Puede que no todo sea digerible. O que sea una dosis excesiva. No nos engañemos creyendo que todo lo que se repite de memoria está asimilado.

- ¿Cree Vd. que la adquisición de conocimientos es la base, el fundamento de la formación?

- De ninguna manera. La labor de adquisición de conocimientos no ha de absorber al chico de tal forma que no le deje tiempo para reflexionar sobre sus “problemas”. Que no le agobie. Tiene que tener el chico una libertad psicológica tal que le de tiempo para reflexionar sobre sí mismo, estudiarse, valorar sus inquietudes, sopesar sus ilusiones, tomar determinaciones, calibrar sus actuaciones (aquí tiene que estar presente un eficaz formador). Necesita tiempo para prácticas religiosas, para ejercicio físico, para divertirse, para alternar en sociedad, pero, armonizando con todas estas actividades la jornada diaria de trabajo, de estudio y clase. Esto nos garantiza un rendimiento profesional el día del mañana. Esto es esencial. Pero que nunca esta labor cronometrada de adquisición de conocimientos en estudios y clases desplace la vida personal interior del chico y su contacto con la sociedad. Ante todo es hombre.

- ¿Por qué no os sugiere usted algunas líneas de progreso en el ambiente pedagógico de nuestros chicos mayores?

- Sólo le sugeriré una línea en la que conviene progresar, porque es condición para el progreso en otros sentidos: es el aumento de responsabilidad en los chicos, en lo que a disciplina exterior toca. Un comportamiento tal que se ganen plenamente la confianza de sus formadores. Esto garantizaría el éxito de unas formas de funcionamiento menos colegiales.