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Es ya familiar en las Escuelas de la Sagrada Familia la elocuencia del Sr. Obispo de Jaén. En otros actos anteriores, el doctor Romero Mengíbar nos ha regalado con su paternal, vibrante y magistral palabra. Personifica nuestro Prelado la sabiduría teológica y humanística de muchos de los Obispos españoles, puesta de manifiesto en el Concilio Ecuménico. Broche de oro de la Asamblea ha sido la oración, concluida con la bendición episcopal del Obispo de la Diócesis.
Ama el Dr. Romero a nuestra Institución. "La llevo siempre presente en el corazón". De ahí su complacencia en este brillante acto final. "Pido con carácter de oficialidad relativa al P. Provincial que cuando se depuren las conclusiones de la Asamblea , me sean remitidas para hacerlas yo llegar al Arzobispo de Sevilla con destino al Seminario de Semanas Sociales de España.” La preocupación social es urgente. Se impone un cambio de mentalidad en España y particularmente en Andalucía para el tratamiento de los problemas comunitarios. Cambio que ha de promoverse desde la escuela primaria y no debe abandonarse en ningún grado de la enseñanza, hasta la Universidad inclusive. Para ello, formar bien al Maestro es premisa sustancial. Y esto es lo que ha pretendido la Asamblea Pedagógica. Como Obispo –continúa- he de mostrar mi satisfacción ante los programas de desarrollo económico para las zonas subdesarrolladas. Es tristísima la impresión que todavía producen muchos hogares andaluces que he tenido que ver de cerca, llevado de mi misión pastoral. Hogares que demandan, con perentoriedad insoslayable, el "surget et ambula".La Institución de la Sagrada Familia es un instrumento providencial en nuestra región para la consecución de estos efectos. Porque en sus actividades refleja la actitud de la Iglesia empeñada en que hemos de amar a los demás para mejor amarnos a nosotros mismos.
Para el Magisterio del Amor, Cristo es insustituible. Sus enseñanzas, siempre viejas y siempre nuevas, constituyen el centro de la Historia y del Mundo. Hoy renacemos a la Iglesia para que su influencia en la Humanidad sea mayor. Ponemos al día lo adaptable, salvaguardando lo eterno. Es el lema de la hora conciliar. Intentamos proyectar a todas las gentes el mensaje evangélico, con pedagogía vital, con vistas al establecimiento de un sentido comunitario que tienda puentes entre la sociedad y el hombre.
Pero la formación social no se improvisa. La sociología no es materia fácil, sino compleja. Más difícil quizás lograr el ensamblaje de la Sociología –viciada tantas veces de postulados erróneos- y el Evangelio. Por tanto, para formarse hay que estudiar. Y para actuar con acierto hay que unir a los pragmáticos de la ciencia sociológica los dictados de las Encíclicas Pontificias. Hay que leerlas y releerlas. Y no informarse nunca de corrido ni de segunda mano. "Que Dios os bendiga –concluye-. Como prenda y gaje os imparto mi bendición".
Concluye así la V Asamblea Pedagógica de Enseñanza Primaria celebrada en nuestras Escuelas con el lema "Escuela y Comunidad". Irradian todos los semblantes un júbilo. Hay una alegría. Doscientos cinco Maestros van a distribuirse por el mapa de Andalucía conscientes de un cometido nuevo. Doscientos cinco Maestros van a estrenar en sus Escuelas un optimismo para los problemas de la región, dispuestos a colaborar ardientemente en pro de las clases modestas; que dicen "quiero" al ser demandados para el alto Servicio de ayuda a la Comunidad.
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