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Úbeda

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La reconstrucción de la fachada principal del Palacio de Alicún en Úbeda(I)

Ginés de la Jara Torres Navarrete

en Ibiut. Año V, nº 24. Junio de 1986, pp. 16-17

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Por Palacio y torre de Alicún fue conocida esta mansión señorial hasta que don Juan Luis de la Cueva y Piédrola, II conde de Guadiana, entra en posesión del inmueble por el casamiento de Dª. Catalina Victoria de Ortega Porcel y Mexía, IV Señora de Alicún, enlace que tiene lugar en Úbeda, San Pablo, el 20 de febrero de 1711.

DE CÓMO DIO EN LLAMARSE DEL CONDE DE GUADIANA
Fue "Indívil de Ebdete" o lo que es igual don Rafael Gallego Díaz, a la sazón Cronista de Úbeda, quien en su artículo publicado en "Don Lope de Sosa" afirmaba que el palacio que nos ocupa fue levantado por don Cristóbal de la Cueva Guzmán y Ordóñez, bautizado en San Isidoro en 1565 y fallecido según mis hallazgos a los 70 años de edad. Por aquellos años parece ser no era estilo desempolvar la historia escrita; bastaba una hipótesis para intentar dejar sentada una verdad.

Y por verdad había tenido Úbeda que la construcción del palacio de Alicún por los Ortega, era debido al dinero y al buen gusto de don Cristóbal de la Cueva Ordóñez.

Fue don Enrique de Toral y Fernández de Peñaranda, ilustre escritor y magno investigador, quien deshace el entuerto restablece la verdad. Toral estudia las piedras armeras en su "Historia del linaje de Ortega", Ubeda 1953, y deja aclarada la incógnita: sus verdaderos constructores habían sido don Antonio de Ortega Porcel y Valencia, su hijo, el primer Señor de Alicún y la madre de éste, a la sazón su tutora y curadora.

El mismo Toral en sus "Estudios de Heráldica Ubetense" (1) se ocupa de los escudos de armas que adornan el edificio, y al tratar de los existentes en la fachada principal, orientada hacia la Plaza de San Pedro, nos habla de las armas situadas a la derecha del balcón central, las de los Ortega-Porcel, y las de la izquierda que corresponden a los Valencia-Molina. De estas piedras dice Toral textualmente:

"Un primer estudio que pudiéramos llamar 'externo' nos lleve a la afirmación, después de analizados los caracteres de los tres escudos de armas que dos son de la misma época (Ortega-Porcel, Valencia-Molina) y otro mucho más moderno (Cueva). Basta examinar las orlas y la forma de trazar escultóricamente los motivos heráldicos para darse cuenta de ellos. Los primeros son más ricos y armoniosos. Los adornos, más líricos. El último es casi geométrico y denuncia una mano artesana más fría y académica. En suma, unos son finales del siglo XVI o principios del XVII y el otro es del siglo XVIII.
La conclusión se impone: El escudo de los Cuevas se colocó muy posteriormente a los Ortega-Porcel y Valencia-Molina, luego no pudo este linaje ser el constructor del edificio".

DE QUIÉN MANDÓ RECONSTRUIR LA FACHADA PRINCIPAL DEL PALACIO DE ALICÚN

En lo cierto estaba Toral y Fernández de Peñaranda. En nuestra declarada batalla a los silenciosos, sabios y fríos legajos del archivo de protocolos de Úbeda y su partido, un día cayó como fruta madura el contrato suscrito entre el V Conde de Guadiana don José Francisco de la Cueva Sánchez de Madrid, VII señor de Alicún, y el maestro alarife Pancracio Passera, un milanés afincado en Úbeda y del que nos ocuparemos posteriormente.

En la escritura de obligación de las obras, el milanés declara que desde enero de 1796 venía tratando con don Pedro de Torrecillas, administrador del Conde, en la reconstrucción de la fachada principal de sus casas principales.

Antes de dar paso al texto de tan interesante documento que de una vez por todas deja bien sentado quién añadió el escudo de los Cueva sobre el dintel del balcón principal del edificio, dígase que el V Conde de Guadiana fue hijo del III en la cronología, don José de la Cueva y Ortega y de Dª. Rita Josefa Sánchez de Madrid Bacaro, quien hereda el título de su hermano don Juan Manuel fallecido sin sucesión en Ubeda el 17 de mayo de 1744 habiendo sido Paje de S.M.

CONTRATO DE OBLIGACIÓN ENTRE PANCRACIO PASSERA Y EL ADMINISTRADOR TORRECILLAS

"En la ciudad de Úbeda a veinte y un días del mes de Agosto de mil setecientos noventa y siete años ante mí el Escribano público del número de ella y testigos, pareció Pancracio Pasera de este vecindario Maestro de Alarife y dixo: Que desde el mes de Enero proximo anterior de este año viene tratando y concertando completamente con Dn Pedro de Torrecillas ygualmente de esta vecindad y administrador general de los vienes frutos y rentas del Señor Dn Josef de la Cueba, Conde de Guadiana, Gentil hombre de Cámara de S.M. con ejercicio vecino de la ciudad de Málaga sobre y en razón de construir y fabricar la pared y fachada de sus casas principales del insinuado Señor Conde de Guadiana situadas en la Plazuela de San Pedro de esta población que mira al Poniente: Cuio trato combenio y execución de dicha obra no ha tenido efecto hasta de presente por haverselo impedido varios accidentes y ocupaciones y siendo uno de los tratados el que se havia de formalizar la correspondientes escritura de obligación a tenido a bien el proceder a celebrarla en cuia virtud confesando como confiesa la antezedente relación por cierta y verdadera; otorga que se obligue y obligó a la construcción y fábrica de la ynsinuada pared vajo de las condiciones y preliminares siguientes:
1ª. Que ha de ser de su cargo el desacer toda la pared vieja que existe asta el cimiento de la fábrica y superficie del saguan, y si visto dicho cimiento por dos o tres catas que se hagan no estubiere bueno y seguro segun arte será de su cuenta hacerlo nuebo para sobre él arrancar la fábrica de dicha pared y asi mismo para desacer apuntarla con puntas y contra puntas pues si de no hacerlo así se arruinase siguiendo algún perjuicio a las oficinas o maderas de dichas casas han de ser de cuenta y cargo del maestro, como el poner tambien dichos puntales y demás maderas que se necesiten para dicho derribo.
2ª. Que la zarpa o suelo de la dicha pared se ha de rehacer de la misma piedra javaluna que en el día tiene y manifiesta limpiándose y picándose para que quede como nueba cuia lavor ha de ser de cargo de Dn Pedro Torrecillas como también poner la que falte y del otorgante sentarla en dicha pared.
3ª. Que la portada se ha de hacer según el orden que manifiesta la piedra que ya está labrada y lo mismo los rexones vajos y las tres ventanas para valcones que también está labrada para dicha pared arreglándose siempre a ella a el ancho y a la que oy tienen.
4ª. Que el texado ha de existir durante la obra para que si se verificasen llubias no perjudique los suelos de las oficinas y fábrica, y acavada la dicha pared se ha de desacer dicho texado para hacerlo con nuebas latas y si alguno de sus palos o maderas no alcanzasen por estar podridas las patillas se han de hechar nuebas poniendo el dicho Torrecillas las maderas clabos latas y texas, y cargo de dicho maestro el sentarlas y hacer de nuebo dicho texado y si así no lo hiciere y resultare algún perjuicio ha de ser también de su cargo el sanearlo.
5ª. Que la piedra de las esquinas se han de limpiar como si fuesen nuebas y lo mismo los escudos esto de cuenta del Torrecillas y del maestro el colocarlos y sentarlos en dicha pared en los sitios que señale y lo mismo el Escudo nuebo.
6ª. Que las mezclas que se han de gastar an de ser de cal y arena y la mistura a tres espuertas de arena y dos de cal y las dos especies las ha de dar el dicho Torrecillas.
7ª. Que la obra se ha de ver y revisar al principio, medio y fin quantas veces quiera el referido Torrecillas así para la fábrica como piedra que se haya de sentar."

Ginés Torres Navarrete
(Cronista Oficial de las villas de Sabiote y Torreperogil)

1 —Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, número VII.