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Los Cronistas Oficiales de Úbeda (IV)

Ginés de la Jara Torres Navarrete

en Diario Jaén. Año III. Nº 10. Febrero de 1984, pp. 6-7

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DON MARCOS HIDALGO SIERRA

Don Marcos nació poeta en Úbeda el 8 de septiembre de 1888, y con su pluma en la mano dio su adiós postrero a su amada tierra el 25 de marzo de 1967, justo en los albores de una joven primavera.
Infatigable prior de Santa María, su figura llegó a ser como una pieza monumental más en este remanso de paz, arte y espiritualidad. Don Marcos era aún en su madurez como un chiquillo grande y tenía ilusiones que alimentaban su alma.

A don Marcos Hidalgo le jugaron una mala pasada cuando el 7 de septiembre de 1939 se disponía a bendecir la nueva imagen de Nuestra Santa María de Guadalupe. Un fraile, capellán a la sazón del Hospital de Santiago, le había ganado tiempo arrebatándole su ilusión: Cuando Don Marcos cruza los umbrales del Hospital, la imagen acababa de ser bendecida. Tan insólito hecho dejó sumido en la más lamentable tristeza al bueno de Don Marcos. ¡Qué apenado retornó nuestro cura a su Santa María de su alma!.. .

Don Marcos seguía con sus poemas y sus novenas sin recelos ni envidias. Don Marcos, un poeta enamorado de lo bello, elevaba sus cotidianas plegarias en verso como muy pocos sacerdotes podían y sabían hacerlo. Don Marcos dejaba correr su pluma para cantar incluso a las cosas más insignificantes.

Aquel cura y hombre de letras había alcanzado merecida fama entre sus convecinos, y cuando Dios recluta en sus filas al bueno de Don Miguel Campos Ruiz, Úbeda, su Ayuntamiento, nombra cronista oficial de la ciudad a Hidalgo Sierra. Así dice el acuerdo municipal:

"Dada cuenta de la comunicación suscrita por el Secretario de la Sociedad Ubetense de Amigos del Arte y de la Historia, por la que se manifiesta que en sesión celebrada el día primero del corriente fue designado Cronista Oficial de esta Ciudad Don Marcos Hidalgo Sierra por fallecimiento del titular; por unanimidad fue aceptada dicha propuesta y designación y que así se comunique al interesado" (1).

DON MARCOS ESCALA LAS ALTURAS EN BUSCA DE FRAY JUAN

Pero Don Marcos Hidalgo, siempre hecho primavera, encamina sus pasos hacia el infinito en busca de su maestro Fray Juan. Don Marcos parte con su sotana raída, sus manos cargadas de buenas obras, y a sus espaldas la valija repleta de poemas en ciernes. Don Marcos parte alegre y confiado con su bloc de notas donde él dejaba prisioneras sus ideas y sus desahogos literarios. Don Marcos dice adiós a las primeras florecillas de los jardines de Santa María y a los revoltosos pajarillos de los enjutos cipreses de la antigua Colegiata. Su último adiós, cómo no, a sus amigos y a sus piedras amadas, cuando aún el cronista tenía muchas cosas por decir.

Así las cosas, convertido ya Don Marcos en cronista y poeta celestial, el Ayuntamiento de Úbeda vuelve su mirada al buen cura y dicen:

"A propuesta del Sr. Alcalde se hace constar en acta el sentimiento de la Corporación por el fallecimiento del virtuoso sacerdote y preclaro Cronista de la Ciudad Don Marcos Hidalgo Sierra, que tanto ha contribuido con sus escritos al mayor conocimiento de la historia de Úbeda, debiendo ser comunicado este acuerdo al familiar más próximo" (2).

Y así fue como la historia recibió en sus páginas mudas la figura querida y singular de un hombre que amó y cantó a Úbeda toda una vida.

DON RAFAEL LÁINEZ ALCALÁ CRONISTA HONORARIO DE ÚBEDA

Pocos son los ubetenses que tienen conocimiento de aquel acertado nombramiento. Fue, diríamos, en tono deportivo, el mejor fichaje de la ciudad de todos los tiempos.

Por aquellos años, Úbeda cuenta con dos cronistas poetas, dos figuras estelares que cantaban a una sola voz a nuestra ciudad. Mientras uno pregonaba las bellezas muros adentro en la ropia "Salamanca de Andalucía", el otro canta desde la letrada Salamanca a su "Salamanca andaluza". Nunca las letras hispanas pusieron tan alto el prestigio cultural de nuestro pueblo.

Aunque nacido en Peal de Becerro, Láinez Alcalá amaba a Úbeda justificadamente: en ella había cursado estudios y convivido durante su niñez. Lainez llegó a conocer como nadie el son argentino de las campanas de Úbeda, sus piedras, su historia y sus costumbres. El viejo Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Salamanca, había sido muy de Úbeda y la Ciudad lo nombra en 1941 su Cronista Honorario. Veamos el acuerdo del Excmo. Ayuntamiento de Úbeda:

"Por el Sr. Lechuga se expone que durante la dominación roja han desaparecido de nuestra ciudad valores extraordinarios de reconocido mérito que algunos de ellos pudieron ser reparados si alguna persona se tomase interés cerca de los organismos oficiales. Para ello, nadie mejor que Láinez Alcalá pudiera servirnos quien por sus méritos extraordinarios, Catedrático de Bellas Artes, Premio Nacional de Literatura, y su marcadísimo interés por Ubeda, debiera designarse para Cronista Honorario de la Ciudad. Por unanimidad se acordó aceptar la propuesta del Sr. Lechuga acordándose designar Cronista Honorario de la Ciudad a Don Rafael Láinez Alcalá y que se comunique a los debidos efectos" (3).

LOS SERVICIOS DE LÁINEZ ALCALÁ

A poco de su nombramiento, Láinez Alcalá ha de intervenir en misión cultural en razón de su nombramiento. Veamos el cabildo siguiente:

"Dada cuenta de una carta que dirige el Apoderado general del Excmo. Sr. Duque de Híjar y de Aliaga, Conde de Aranda, en petición de datos relativos al valor histórico y arquitectónico de esta Ciudad, como también otros que se refieren al buen nombre de Úbeda, se acordó remitir dicho documento al Cronista Honorario de Ubeda Sr. Láinez Alcalá, residente en Madrid, para que informe lo que se solicita" (4).

LÁINEZ ALCALÁ, DE MADRID AL CIELO

El 14 de abril de 1982, también una mañana primaveral, España pierde un insigne poeta y escritor y Ubeda su primer y último Cronista Honorario. Don Rafael pasa de Madrid al cielo donde contemplará atónito la más grande de las maravillas del Creador, y en donde a buen seguro seguirá componiendo versos para los coros celestiales junto a su colega Hidalgo Sierra y su admirado Fray Juan.

Ginés Torres Navarrete
Cronista Oficial de las villas de Sabiote y Torreperogil

Acuerdo de la Permanente de 4-12-1940 f. 86 v.
(2) Iden, iden de 29-3-1967 f. 34.
(3) Acuerdo del Pleno de 30-7-1941 f. 30.
(4) Acuerdo de la Permanente de 3-10-1941 f. 151.